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Rajoy trasladó el "sé fuerte" de Bárcenas a Barcina, acorralada por la corrupción

ANA PARDO DE VERA

Las graves acusaciones de corrupción que pesan sobre el Gobierno navarro no han supuesto un freno para el presidente del Ejecutivo central, que ayer llamó a la presidenta de la comunidad foral, Yolanda Barcina, para trasladarle 'ánimo' y 'fortaleza para defender de verdad Navarra', según contó la propia jefa del Ejecutivo foral, muy agradecida a Mariano Rajoy, durante una entrevista en Navarra Televisión. La llamada ha causado una considerable sorpresa, pues las acusaciones de corrupción que planean sobre la gestión del Gobierno navarro no son menores y las palabras de Rajoy a Barcina recuerdan inevitablemente a aquél 'sé fuerte' del presidente a Luis Bárcenas.

Barcina contó su conversación con Rajoy cuando le preguntaron si había mantenido algún contacto con él después de que esta semana estallara una nueva crisis en el seno de su Gobierno al conocerse, por boca de la exgerente de Hacienda, Idoia Nieves, que la consejera de Economía, Lourdes Goicoechea, habría cometido graves y 'persistentes injerencias' tratando de que Nieves le facilitase datos fiscales de determinados ciudadanos y entidades de la Comunidad.

'El presidente del Gobierno de España, como es normal, es alguien que está preocupado por nuestra comunidad y al ver lo que estaba sucediendo en los medios nacionales, me llamó por teléfono para preguntarme qué estaba pasando en Navarra, se lo conté y me dio ánimo; me dijo 'fortaleza para defender de verdad Navarra' y para que defiende la honorabilidad de una persona que está siendo falsamente acusada', relató Barcina a la televisión navarra.

La llamada de Rajoy (PP) a Barcina (UPN) animándola para que resista a las presiones de la oposición, que le piden que dimita de sus responsabilidades, no tiene precedentes si no es entre jefes de Ejecutivo del mismo color político y en el ámbito de conversaciones privadas. Sin ir más lejos, en el Ejecutivo andaluz (ni ahora en el de Susana Díaz ni antes en el de José Antonio Griñán) no se recuerda llamada alguna de Rajoy dando ánimos y 'fortaleza' al presidente/a de la Junta frente a las acusaciones de corrupción relativas a la trama de los EREs.

El presidente del Gobierno, ahora y cuando estaba en la oposición, se ha convertido, sin embargo, en un habitual de dar palmadas en la espalda y aliento a quienes sobrellevan la sombra de la corrupción sobre sus espaldas. Rajoy dijo de Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana y estrella rutilante de los sumarios de la 'trama Gürtel': 'Siempre estaré detrás de ti, o delante, o a un lado'. Pocos meses después, el president tuvo que abandonar el Gobierno autonómico imputado por los jueces de ese caso.

Antes de Camps, Jaume Matas, pendiente de entrar en la cárcel por varios delitos de corrupción durante su presidencia del Gobierno de Illes Balears, fue la diana de los elogios del presidente del Gobierno, que lo calificó de 'ejemplo a seguir' y fue más allá asegurando, en 2004, 'Vamos a hacer en España lo que Matas hizo en Baleares'. También Carlos Fabra, el expresidente de la Diputación de Castellón, era, para el líder del PP, 'un político y un ciudadano ejemplar' antes de ser condenado el año pasado a cuatro años de cárcel por defraudar 700.000 euros a Hacienda.

Más polémico fue el apoyo público que la infanta Cristina, imputada en el caso Nóos, recibió del presidente del Gobierno ante las cámaras de Antena 3: 'Estoy convencido de la inocencia de la infanta; le irá bien', aunque el mayor terremoto en la opinión pública lo provocaron los sms que Rajoy envió a Luis Bárcenas cuando ya se conocían los 47 millones de oscura procedencia acumulados por el extesorero en el paraíso fiscal suizo: 'Luis, sé fuerte. Yo estaré ahí siempre. La vida es resistir'. Toda una filosofía de vida (y política) que, ahora, Rajoy también ha querido trasladar a Barcina.

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