Este artículo se publicó hace 7 años.
12 de octubreDefensa dulcifica la violencia policial del 1-O con el 'día del Orgullo de ser español'
La Policía Nacional participará por primera vez en el desfile militar del 12 de octubre, que el Gobierno ha cambiado de ubicación buscando un baño de masas para el rey tras el desdén ciudadano del año pasado
Madrid-
Más soldados, más aeronaves, la reaparición de los vehículos blindados tras años de ausencia para aminorar costes, un cambio de ubicación para favorecer la concentración de gente en torno al rey e incluso agentes de policía desfilando junto a militares y guardias civiles por primera vez en 30 años. El Ministerio de Defensa se ha esforzado en recalcar que las excepcionales circunstancias que atraviesa España no han afectado a la organización de los actos de la fiesta nacional pero los hechos hablan por sí solos.
El departamento que dirige María Dolores de Cospedal ha elegido precisamente este año 2017 para dar carpetazo a la política de desfiles low cost que imperaba desde que el PP se hizo con el Gobierno en 2011. El desfile militar de 2017 volverá al fasto previo a la crisis y a pesar de que el mensaje es que esto no tiene nada que ver con la situación en Catalunya, Defensa ha preparado todo para hacer una demostración de fuerza: Ejército, Guardia Civil, Policía, el rey y —esperan— una gran concentración ciudadana para apoyar al núcleo duro del constitucionalismo tras el fiasco de 2016.
Con este plan Cospedal ha cambiado el recorrido que desde hace siete años seguía la parada militar, que este año vuelve a la mayor arteria de la capital, el Paseo de la Castellana. Un espacio más abierto, con la tribuna de autoridades en la Plaza de Lima y más gradas para espectadores. Todo ello para "acercar a los españoles al desfile", en palabras del Jemad. La ministra ha ordenado también comulgar con el lema #OrgullososdeserEspañoles, el mismo que se usó en la manifestación del 7 de octubre para pedir "mano dura" con los independentistas catalanes convocada por la fundación para la defensa de la nación española (Danaes), cuyo secretario general es el presidente de Vox Santiago Abascal, y en la que se pudieron ver participantes con simbología nazi y franquista [vídeo aquí y fotos aquí o aquí].
En total serán 3.900 soldados, guardias civiles y policías, 78 aeronaves en representación de todos los modelos que operan las Fuerzas Armadas y 84 vehículos que tardarán unos 35 minutos en recorrer 1,8 km por la capital. Además, Defensa ha programado más de otro centenar de actos por todo el Estado, entre los que destacan las juras de bandera para civiles.
Defensa ha planeado otro centenar de actos por todo el Estado, entre los que destacan las juras de bandera para civiles
Todo ello para dar a una imagen radicalmente distinta a lo vivido el año pasado, cuando el acto no contó ni con presidente de Gobierno oficial (Mariano Rajoy estaba en funciones) ni con líder de la oposición (Pedro Sánchez había sido derribado por sus barones y el PSOE lo dirigía una gestora), ni con representación de partidos políticos que suponen más de un tercio del Congreso de los Diputados (no acudieron ni Podemos, ni IU, ni ERC, ni PdeCat, ni PNV, ni Compromís, ni EH Bildu) ni con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Desbandada política que se sumó a un clima lluvioso y desapacible que impidió la participación de la mayoría de las aeronaves previstas y desincentivó también el apoyo ciudadano.
Al acto de este año sí acudirá, en principio, Manuela Carmena, pero no Pablo Iglesias ni Alberto Garzón, las confluencias de Podemos ni el resto de partidos nacionalistas que defienden la España plurinacional.
Militarización de la Policía
La inclusión de la Policía en el desfile tiene lugar cuando su labor en materia de Seguridad Ciudadana está más cuestionada que nunca entre amplios sectores de la población española. También entre observadores e instituciones internacionales, que han amonestado al Gobierno español por las escenas de violencia policial vistas el 1-O: Naciones Unidas, Consejo de Europa, Parlamento Europeo, Amnistía Internacional, amén de numerosos líderes políticos y prensa europea.
Seguridad Ciudadana que quedó nuevamente en entredicho ocho días después, cuando la Policía permitió que grupos neonazis rodearan la tradicional manifestación del 9 d'octubre en Valencia y agredieran impunemente a sus asistentes. "Una cacería", tal y como han definido los propios asistentes, escenas a las que llegaron antes los fotógrafos y cámaras de televisión de todos los medios de comunicación que los agentes allí desplegados.
No todos los policías se han puesto de perfil ante estas situaciones. "En un momento como el actual, con el desafío soberanista en plena efervescencia, con los acontecimientos ocurridos el día 1 de octubre en Cataluña muy recientes y con una más que evidente militarización encubierta de nuestras funciones desde hace ya bastante tiempo, no se les ocurre otra cosa a nuestros gobernantes que introducir una unidad policial en un desfile militar haciéndonos retroceder más de 30 años", ha denunciado la Agrupación Reformista de la Policía (ARP).
"Es un no parar de querer hacernos parecer cada vez más a un cuerpo militarizado", denuncia una asociación policial
La asociación acusa al Gobierno de Rajoy y a la cúpula policial de ahondar en esta remilitarización con su inclusión en el desfile del 12-O. Estos agentes encuadran en este proceso el cambio de denominación de Cuerpo Nacional de Policía al de Cuerpo de Policía Nacional (idéntico al que recibió la Policía Armada franquista desde la muerte del dictador hasta que fue definitivamente democratizado en 1986) aprobado en 2015; los sutiles cambios en su uniforme para asimilarlos a los militares; o las salvas al estilo castrense en actos netamente policiales que se vienen ordenando en los últimos tiempos: "Es un no parar de querer hacernos parecer cada vez más a un cuerpo militarizado".
"No hay que olvidar que el simbolismo es muy importante para ir insertando ideas", recuerdan, afirmando que "no es creíble" que el Gobierno quiera homenajear al cuerpo haciendo que sus agentes desfilen junto a los militares. "Si de verdad quieren agradecernos nuestros servicios lo que tienen que hacer es no utilizarnos políticamente como están haciendo", destacan, señalando al Gobierno que lo que debería hacer es reconocer sus derechos laborales y equipararlos con los de "aquellas policías autonómicas con las que quieren confrontarnos pero que a la hora de la verdad ayudan a que sean mejor remuneradas que nosotros".
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