La recogida de fondos para el soldado que remató a un palestino de un tiro en la cabeza bate récords en Israel

JERUSALÉN.— La familia del soldado israelí que remató de un tiro en la cabeza a un palestino herido y reducido por atacar supuestamente a otro militar ha lanzado una campaña de recogida de fondos para garantizar su defensa legal que a las pocas horas ya sobrepasó la cantidad solicitada, revela hoy la prensa local.

La campaña ha recaudado más de 100.000 euros (460.000 shekels) apenas doce horas después de que la familia de Elor Azaria lanzara en la noche del domingo la propuesta de recaudación en una página web, en la que pedían el dinero para costear la defensa por cargos de homicidio en el juicio contra el joven.

"Me vuelvo a vosotras, queridas madres, por favor, ayudarme a traer a mi hijo a casa", pidió la madre del joven de 20 años que con su familia ha buscado los servicios de cuatro abogados especializados en este tipo de sucesos.

El caso de este israelí se hizo viral en marzo pasado, cuando se publicó un vídeo en el que se veía a Azaria disparar en la cabeza al joven palestino Abdel Fatah al Sharif, tendido en el suelo, herido y reducido, minutos después de que supuestamente participara en un ataque junto a Ramzi al Kasrawique, que también murió, en el que resultó herido leve otro soldado en Hebrón (Cisjordania).

Ninguno de los presentes pareció reaccionar al disparo hasta pasados algunos instantes.

Azaria argumentó que tuvo miedo a que el palestino estuviera a punto de detonar algún explosivo, mientras que varios medios locales recogieron las supuestas declaraciones de testigos militares presentes en el lugar de los hechos que afirmaron que el soldado dijo que el palestino "merecía morir".

El caso dividió a gran parte de la sociedad israelí entre los que respaldan la actuación de Azaria y los que critican un uso excesivo de la fuerza de los miembros de los cuerpos de seguridad israelíes ante los ataques que se suceden desde el pasado mes de octubre.

Un tribunal militar inició el juicio hace varias semanas, un proceso que la prensa calificó como el primero en más de una década en el que un soldado israelí es acusado de homicidio por una muerte en el terreno durante el servicio militar.