La canciller de Alemania, Angela Merkel, calificó este lunes de "violencia racista ultraderechista" lo ocurrido en la marcha del supremacistas blancos en Estados Unidos, situación ante la que, afirmó, "hay que actuar con total contundencia" y "pronunciarse con claridad", ahí donde se produzca.

Fue algo "horrible" y "malo", afirmó la líder alemana, en una entrevista a la televisión pública Phoenix, donde expresó sus condolencias a los familiares de la mujer muerta en Charlottesville (Virginia) al lanzarse un auto contra las personas que protestaban contra los supremacistas.

Merkel declinó hacer valoraciones sobre la reacción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el argumento de que lo que acababa de decir era suficiente. Advirtió, sin embargo, de que antes de "señalar" a otros convenía mirar "lo que ocurre en tu casa", recordó que Alemania tiene sus propios problemas con la ultraderecha y que el Consejo Central de los Judíos de Alemania venía avisando del creciente antisemitismo en el país.

La canciller calificó a Estados Unidos de una "democracia viva", donde existe la controversia política en distintas manifestaciones, para insistir en la necesidad de condenar las "formas de violencia agresiva" como la registrada estos días en Virginia.

Las palabras de la canciller siguen a las condolencias anteriormente expresadas por su portavoz, Steffen Seibert, a los familiares y amigos de la mujer que perdió la vida en esa ciudad. El portavoz habló de "escenas absolutamente repugnantes" durante esta marcha en la que "sin reservas se dieron muestras de racismo, antisemitismo y odio de la forma más horrible".

También se refirió al autor del atropello como "conductor homicida" y a la pregunta de por qué no hablaba de "acto de terrorismo" (tal y como lo hizo el alcalde Charlottesville, Mike Signer), Seibert respondió que "no es especialmente importante" el calificativo que se le de a este "acto malvado".

El ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, sí criticó abiertamente la reacción de Trump, que calificó de "lamentable" y "poco decidida".

A su juicio Trump "sorteó" una firme condena a los ultraderechistas, a la vez que subrayó que "todos los demócratas deberían hallar palabras claras contra el racismo". "El que no muestra una postura clara, tiene que aguantar los reproches de estar incluso alentando a los neonazis", agregó.