Este artículo se publicó hace 9 años.
Un piloto salió de la cabina antes del accidente y ya no pudo volver a entrar
"Se puede escuchar que intenta echar abajo la puerta", según una grabación de audio divulgada por 'The New York Times'. El diario 'Le Monde' añade que el que se quedó fuera fue el copiloto.
Uno de los pilotos del avión que se estrelló el martes en Francia salió de la cabina y no pudo volver a entrar, según informa el diario The New York Times. El diario Le Monde especifica que fue el comandante del avión de Germanwings el que dejó fuera al copiloto.
"Según nuestras informaciones, es el comandante de a bordo el que se encontraba en la cabina (cockpit) y el copiloto en el exterior. Antes de separarse, los dos hombres se expresaban en alemán", señala el diario francés en su edición digital.
The New York Times cita a una fuente militar francesa que participa en la investigación de la tragedia. Esa fuente, no identificada por el diario, dijo que según las grabaciones de audio conocidas uno de los pilotos del avión de Germanwings que había salido de la cabina llamó a la puerta para reingresar pero "nunca hubo una respuesta".
"Según nuestras informaciones, es el comandante de a bordo el que se encontraba en la cabina (cockpit) y el copiloto en el exterior. Antes de separarse, los dos hombres se expresaban en alemán", señala Le Monde
"Se puede escuchar que está intentando echar abajo la puerta", dijo dicha fuente militar a The New York Times sobre los momentos previos a que el avión, que había despegado de Barcelona, se estrellara en los Alpes franceses.
La tragedia causó la muerte de 150 personas, la mayoría alemanes, españoles y franceses, incluidos seis miembros de la tripulación. El avión tenía por destino la ciudad alemana de Düsseldorf.
Los investigadores informaron hoy de que se ha podido recuperar la grabación sonora de lo sucedido en la cabina antes de que el avión se estrellara, y esperan recuperar una segunda caja que registra los parámetros técnicos.
La información de la edición digital de The New York Times, de la que se han hecho eco varios medios estadounidenses, sostiene que antes del percance se oye una conversación normal entre los pilotos en la primera parte del vuelo. Pero uno de ellos abandona después la cabina, y posteriormente, desde fuera, "comienza a tocar ligeramente la puerta, pero no hay respuesta, y entonces golpea la puerta más fuerte y no hay respuesta".
"Nunca hubo una respuesta", agregó al The New YorkTimes la fuente, que prefirió mantener en reserva su identidad porque la investigación está en curso. Se desconoce, sin embargo, por qué uno de los pilotos salió de la cabina y la razón por la que su compañero no abrió la puerta.
Un portavoz de Lufthansa, cuya filial de bajo coste Germanwings operaba el vuelo, dijo a este respecto: "No tenemos información de las autoridades que confirme este punto y estamos buscando más datos. No entraremos en especulaciones sobre las causas del accidente".
Opciones posibles
De ser cierta esta información, las especulaciones se disparan, porque según ha explicado a la Agencia EFE el el secretario del Sepla, perito e investigador de accidentes, Alvaro Gammicchia, la puerta de acceso a la cabina de pilotos de un avión siempre se puede abrir desde fuera, incluso cuando no hay nadie en su interior, salvo que desde dentro se bloquee su apertura.
Según Gammicchia, existe un protocolo que contempla que, en todo caso, se pueda acceder a la cabina desde fuera, incluso si las personas que permanecen en el interior no pudieran abrir, por ejemplo, por haber sufrido un desvanecimiento.
Desde el despegue de la aeronave y por cuestiones de seguridad, la cabina debe permanecer siempre cerrada y existe un protocolo reservado que contempla todas las opciones posibles para poder abrirla basada en códigos que sólo conocen los miembros de la tripulación.
Para solicitar un acceso "normal" a la cabina, el tripulante marca un código concreto que en cabina se traduce en un aviso acústico que suena una sola vez.
En caso de emergencia, en el panel de acceso a la cabina se tecleará un código diferente que no dejará de sonar y que, transcurrido un tiempo, hará que la puerta se abra automáticamente, salvo que desde dentro se impida, ha afirmado Gammicchia, quien ha lamentado la información publicada por The New York Times y ha apuntado que las filtraciones de este tipo sólo sirven para generar dudas y especulaciones.
"Los protocolos establecidos garantizan que todas las circunstancias están garantizadas, incluyo en el caso de que la cabina esté vacía porque hayan tenido que salir los dos pilotos", ha afirmado el experto.
Se desconoce por qué uno
de los pilotos salió de la cabina y la razón por la que su compañero no abrió la puerta.
Esas informaciones no han sido confirmadas por la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) de Francia, responsable de las pesquisas para aclarar la causa que llevó al avión a estrellarse contra la ladera de una montaña alpina.
La BEA francesa informó el miércoles de que tiene en su poder "un archivo de audio utilizable" en el que deberían ser capaces de escuchar lo acontecido en el vuelo.
El proceso, según el director del BEA, Rémi Jouty, podría llevar "varias semanas" o incluso "meses", aunque dijo que confían en recuperar también la segunda caja negra, que registra los parámetros técnicos, para completar su labor.
Por ahora, lo único que descartan los investigadores es que el avión explotase en pleno trayecto. "El avión voló hasta el final", concretó Jouty. Al igual que han hecho hasta ahora los responsables políticos franceses, insistió en que "ninguna hipótesis está cerrada" cuando se le preguntó acerca de una supuesta acción terrorista como causa.
Pero el resto de elementos de la investigación que adelantó Jouty solo contribuyeron a sembrar más dudas acerca del suceso.
"La curva de la trayectoria es compatible con la de un avión controlado por pilotos, con la excepción de que no imaginamos que pilotos puedan conscientemente enviar un avión hacia la montaña", explicó, antes de añadir que esa curva también es compatible con la que podría trazar un piloto automático.
Tampoco las óptimas condiciones meteorológicas ofrecen explicación alguna del momento del accidente, aunque su empeoramiento ha complicado las labores de identificación y rescate de los cadáveres que yacen diseminados en el macizo de Les Trois Échêvés.
Mientras los equipos de rescate reanudan este jueves la búsqueda y recuperación de los 150 fallecidos en el accidente.
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