Nueve mujeres han presentado este jueves una demanda por agresión sexual en un Tribunal de Distrito en Nevada (EEUU) contra el cómico y actor Bill Cosby, el primer famoso encarcelado por abusos sexuales en la era del MeToo.

Cosby, de 85 años de edad, fue condenado en 2018. Sin embargo, salió de la cárcel en 2021 después de que la Corte Suprema de Pensilvania revocara su condena por un acuerdo civil previo en el que el cómico indemnizó a la víctima.

Según la nueva demanda, presentada el pasado miércoles, y recogida este jueves por la prensa estadounidense, el cómico está acusado de haber utilizado su "enorme poder, fama y prestigio" para quedarse a solas y agredir sexualmente a las víctimas.

De acuerdo con el relato de las demandantes, el actor las habría drogado y emborrachado para luego agredirlas sexualmente en diferentes casos, sucedidos entre 1979 y 1992 dentro de casas, camerinos y hoteles ubicados en las ciudades de Las Vegas y Reno (Nevada, EEUU). Los hechos también habrían llegado a repetirse en las cercanías del Lago Tahoe.

Esta demanda ha llegado semanas después de que el gobernador de Nevada, Joe Lombardo, firmara un proyecto de ley que elimina el plazo de dos años para que los adultos denuncien casos de abusos sexuales.

Una modificación que queda englobada dentro de las llamadas "leyes retrospectivas". Estados como el de Nueva York también se han acogido a esta norma, después de que en diciembre otras cinco mujeres denunciaran al cómico, gracias a la posibilidad de poder acudir a la Justicia ante delitos sexuales aunque los casos hubieran prescrito. 

En junio de 2022, un tribunal de California, en virtud de otra ley que suspendía la prescripción de demandas por abusos sexuales, declaró culpable a Cosby por agredir sexualmente en 1975 a una menor de edad dentro de una de las habitaciones de la conocida Mansión Playboy (Los Ángeles, California).

Más de 60 mujeres han denunciado conductas inapropiadas a lo largo de la carrera de Bill Cosby, quien ingresó en prisión en 2018 por abusar sexualmente de la canadiense Andrea Constand, convirtiéndose en la primera celebridad encarcelada en la era del MeToo.

Tras su salida de la cárcel, el cómico expresó su intención de actuar en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. También dejó caer la posibilidad de encabezar una campaña por la "reforma de la Justicia" y el "sistema penitenciario" basada en sus propias experiencias.