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La nueva presidenta de Cruz Roja española, contraria a que un gobernador afín a Meloni lidere la ONG internacional

Cruz Roja Internacional, la mayor organización humanitaria con competencias en materia de migración, afirma que no va contra sus estatutos que el presidente de la Fundación haga compatible su cargo con el de gobernador de un estado italiano apoyado por la ultraderecha

Francesco Rocca
Imagen de Francesco Rocca tras ganar las elecciones a gobernador de la región italiana de Lazio. Fabio Frustaci / EPA/EFE

La nueva dirección de la Cruz Roja Española considera que la decisión de Francesco Rocca de mantenerse en el cargo de presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) vulnera los principios fundacionales de esta organización. Rocca se presentó a las elecciones en Italia para gobernador de la región de Lazio. Su nombre fue propuesto por la entonces candidata a la presidencia de la República, Gerogia Meloni, y contó con el apoyo de los partidos ultraderechistas Hermanos Italianos (Fratelli d'Italia - FdI) y Forza Italia, a cuya cabeza está Silvio Berlusconi.

Si bien Rocca decidió dimitir de su cargo de presidente de la Cruz Roja italiana cuando en diciembre del año pasado fue designado candidato a las elecciones por dicho territorio, no hizo lo mismo en relación a su puesto como presidente de la FICR, desde la que coordina el trabajo de todas las organizaciones nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en más de 100 países. En febrero pasado las urnas le dieron la victoria y desde entonces compatibiliza el puesto de gobernador (algo similar a lo que en España es un presidente de comunidad autónoma), con el de presidir una de las organizaciones humanitarias más grandes del mundo. 

Esta dualidad de funciones ha levantado ampollas dentro de la organización humanitaria. En marzo pasado, Cruz Roja Española, dirigida entonces por Javier Senent, envió una carta interna a la organización y al resto de organizaciones que forman la federación. En ella mostraba su "enorme preocupación" por la decisión de Rocca de mantenerse al frente de la organización humanitaria tras ser elegido para un puesto político. En la misiva se pedía a Rocca que dimitiera de su cargo de presidente de la FICR, argumentando que a pesar de haber sido elegido como un candidato "cívico", no tiene un carácter técnico, sino que fue escogido y apoyado por una alianza política.

El pasado lunes, cuando este diario preparaba la primera noticia sobre este tema, fuentes de Cruz Roja española, presidida desde finales de marzo por un nuevo equipo a cuyo frente se encuentra María del Mar Pageo, se negaron en rotundo ha hacer ningún tipo de declaraciones sobre este asunto afirmando que "no hay nada que comentar".

Tras la publicación de la información de este diario, la sección española de la Cruz Roja ha hecho llegar a este medio una respuesta oficial. La nueva dirección afirma que "Cruz Roja Española ha expresado su disconformidad con la decisión personal del presidente de la Federación Internacional de concurrir a un proceso electoral en la región de Lazio (Italia), y simultanear ambas posiciones tras su elección. Consideramos que los Principios Fundamentales de la Cruz Roja, en particular los de independencia, neutralidad e imparcialidad, pueden entrar en conflicto con las obligaciones que impone el desempeño de un cargo de naturaleza política".

Desde la organización afirman que han realizado estas manifestaciones en el seno de la Federación Internacional, "y lamentamos que el contenido de un mensaje interno haya sido difundido externamente. Queremos aprovechar la ocasión para expresar nuestro compromiso con las personas vulnerables, para proteger su vida, su salud y su dignidad en cualquier situación, lo que constituye el origen y fundamento de nuestra organización", añaden.

Una neutralidad difícil de mantener

Diversas fuentes ligadas al Movimiento de la Cruz Roja Internacional han comentado a este medio el tremendo malestar que existe dentro de la organización por la negativa de Rocca de dimitir de su puesto y al hecho de que se mantenga en él tras haber sido aupado en las elecciones por organizaciones que hoy están en el Gobierno italiano y que mantienen una dura política contra la migración, una de las áreas en las que la FICR tiene competencias. De hecho, el Gobierno de Meloni ha emitido dos decretos contra la inmigración que ha supuesto el cierre de fronteras hacia los migrantes y declarando el estado de emergencia durante seis meses, lo que su pone que la presidenta Meloni podrá adoptar medidas sin la aprobación del Consejo de Ministros ni del Parlamento.

Fuentes de la Cruz Roja Internacional contactadas por Público, sin embargo, no ven incompatibilidad alguna. A petición de esta diario han afirmado que "de acuerdo con la gobernanza oficial y los textos estatutarios de la FICR, no existe ningún conflicto de intereses. A lo largo de los años, los presidentes de la Federación Internacional normalmente han continuado sus carreras profesionales mientras desempeñaban su cargo". La carta enviada por España afirmaba que "se trata de un puesto político y no técnico, como él [Rocca] pretende hacernos ver". 

El diario italiano La Repubblica, ha publicado, además, que otras organizaciones locales de la Cruz Roja han expresado críticas a la permanencia de Rocca al frente de la federación. Entre ellas cita a la Cruz Roja Argentina.​ Este diario ha solicitado en diversas ocasiones conocer la opinión de sus responsables, sin que hasta el momento de publicarse este artículo hayan respondido.

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