Este artículo se publicó hace 7 años.
Miles de refugiados soportan 20 grados bajo cero sin apenas ayuda humanitaria en Grecia y Serbia
Médicos Sin Fronteras denuncia la dramática situación de estas personas que, tras el acuerdo entre la UE y Turquía, permanecen atrapadas en los balcanes y las islas griegas.
MADRID.- La ola de frío que está azotando el centro de Europa está recayendo con más fuerza sobre los inmigrantes y los refugiados que huyen de la guerra en Oriente Medio. Son miles las personas que soportan temperaturas extremas, de incluso 20 grados bajo cero, en campos improvisados o en edificios abandonados en ciudades de Grecia y Serbia, donde permanecen atrapados entre vallas, burocracia y controles fronterizos.
Así lo denuncia Médicos Sin Fronteras, que ha solicitado reiteradamente a las autoridades de Grecia y los Balcanes que mejoren las condiciones de cara al invierno de estas personas "excluidas por las políticas migratorias europeas".
Para la organización, la situación es especialmente preocupante para los que están atrapados en las islas griegas, que viven en tiendas de campaña en campos hacinados y para los que están varados en edificios abandonados en Belgrado o tratando de cruzar las fronteras de los Balcanes.
Más de 7.500 personas están actualmente en Serbia, viviendo en campos hacinados y asentamientos improvisados de los que no pueden moverse. El país ha acordado con la UE albergar hasta 6.000 personas, de las cuales solo 3.140 viven en instalaciones adaptadas para el invierno. Pero en Belgrado, la capital, alrededor de 2.000 jóvenes, principalmente de Afganistán, Pakistán, Irak y Siria, están durmiendo en edificios abandonados en el centro de la ciudad, mientras que las temperaturas alcanzan los 20 grados bajo cero, denuncia MSF.
"Varias personas han
muerto por hipotermia
en las fronteras de
Serbia y Bulgaria"
También critica que, en los últimos meses, las autoridades serbias han restringido severamente la provisión de ayuda humanitaria a estas personas, permitiendo únicamente a voluntarios hacer una distribución básica de mantas y comida. "Durante meses, la estrategia ha sido bloquear la ayuda humanitaria para empujar a estas personas hacia los campos oficiales. Pero los campos están llenos y ya están por encima de sus capacidades, por lo que los migrantes no tienen otra opción que dormir en edificios abandonados sometidos a bajas temperaturas", explica Stephane Moissaing, coordinador general de MSF en Serbia.
"Varias personas ya han muerto de hipotermia en las fronteras de Serbia y Bulgaria. No podemos simplemente sentarnos y actualizar el número de personas que mueren en las peligrosas fronteras o son víctimas de violencia desde el cierre de la ruta de los Balcanes", asegura MSF, que condena el fracaso de las autoridades serbias, de la UE y del ACNUR en cuanto a la prevención de esta lamentable situación.
Las islas griegas de Lesbos o Samos, que hace una año escaso eran el trampolín de llegada al continente de miles de refugiados que llegaban a Turquía desde Siria e Irak, son ahora una prisión en la que miles de personas permanecen bloqueadas bajo la nieve y la lluvia helada.
"Estas familias están pagando el precio del cinismo europeo y de su reprochable trato con Turquía", denuncia MSF
Todavía quedan muchas personas, entre ellas menores, que viven en campos superpoblados, en frágiles tiendas de campaña a temperaturas bajo cero. "Estas familias están pagando el precio del cinismo europeo y de su reprochable trato con Turquía", denucnia Clement Perrin, coordinador general de MSF en Grecia.
"Es indignante ver que a pesar de todas las promesas y declaraciones europeas, hombres, mujeres y niños viven en tiendas bajo la fría lluvia. Hacemos un llamamiento a las autoridades griegas y a la UE para que adopten urgentemente medidas para garantizar que todos los refugiados y migrantes de las islas se alojen en condiciones de vida dignas y adecuadas".
El hacinamiento y la grave falta de preparación para el invierno están provocando graves
riesgos para la salud y la seguridad de las personas que viven en Grecia. La mayoría de los
atendidos por los psicólogos de MSF en las consultas de salud mental en los últimos meses en Samos y Lesbos muestran que las pobres condiciones son la causa o un factor
importante en sus dificultades psicológicas, asegura la ONG.
"Las autoridades griegas deben dejar de felicitarse por los logros humanitarios cuando miles de personas sufren en duros elementos de invierno mientras esperan que sus solicitudes de asilo sean procesadas. Ninguna persona que busque protección, que huya de la guerra, la tortura y la violencia extrema debe abandonarse en el frío invierno", concluye Perrin.
La organización humanitaria se muestra tremendamente crítica con el acuerdo UE-Turquía y con el cierre de la llamada ruta de los Balcanes. "La UE ha decidido convertir a los países extracomunitarios en guardianes de sus fronteras, en un intento de frenar el flujo de quienes buscan protección huyendo de las zonas de conflicto guerras más activas actualmente", ha dicho Stefano Argenziano, coordinador de
operaciones para los proyectos de migración y refugiados de MSF, quien lamenta que toda la sociedad "esté siendo testigo de las consecuencias más crueles e inhumanas de las políticas europeas, utilizadas como instrumento para disuadir y victimizar a quienes sólo buscan seguridad y protección en Europa".
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