Este artículo se publicó hace 9 años.
La bandera de Estados Unidos ondea ya en La Habana tras 54 años de bloqueo al régimen cubano
En su discurso durante la ceremonia de izado, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha asegurado que la decisión del sistema político de Cuba le corresponde solamente a los cubanos. La disidencia es la gran ignorada en este día histórico al no ser invitada .
-Actualizado a
LA HABANA.- A las 10.37 horas (hora cubana), la bandera de Estados Unidos fue izada en la reabierta embajada en Lahaba tras 54 años de bloqueo comercial y de enemistades con el régimen cubano. La delegación cubana estuvo encabezada por Josefina Vidal, quien llevó las negociaciones con EEUU. El secretario de Estado de EEUU, Jonh Kerry, apareció después, vistiendo traje azul, apoyado sobre un bastón y se sentó junto a la diplomática cubana para presidir la ceremonia.
Durante su discurso, en el que se ha atrevido dirigirse a los asistentes en castellano, Kerry ha asegurado que Cuba nada tiene que temer de su país. Hizo alguna mención a los beneficios de la democracia pero reconoció que la decisión del sistema político de Cuba le corresponde solamente a los cubanos.
Varios cientos de personas, cubanos y estadounidenses, se congregaron desde las 7.00 horas en el malecón a escasos 50 metros de la embajada para presenciar este acto histórico. El público no enfrentó especiales medidas de seguridad. Sólo una valla marcaba el límite hasta dónde podían acercarse. Cientos de sombrillas y abanicos daban fe del tremendo calor que se sentía a pesar de ser medio día. Incluso los invitados estadounidenses han tenido que quitarse la chaqueta.
A la ceremonia han asistido unos 400 periodistas, de lo que la mitad han llegado a Cuba para cubrir exclusivamente este evento. Entre ellos, corresponsales de las principales cadenas de televisión del mundo, desde EEUU hasta Japón.
Tres marines retirados han sido los encargados de arriar la bandera, los mismos que la izaron hace 54 años, cuando Washington rompió sus relaciones con Cuba. Uno de ellos, el sargento mayor de artillería Jim Tracy, subrayaba su emoción por el momento. "Creo que a todo el mundo le va a gustar lo que va a venir”, aseguró. Por su parte, el sargento de artillería Mike East, sostuvo que restablecer las relaciones es un gran paso porque "hay
una gran cantidad de personas afectadas y familias separadas después de lo que ha sucedido".
Además de presidir la ceremonia oficial de reapertura de la embajada, Kerry se reunirá con, Didier Burkhalter, el ministro de Relaciones Exteriores de Suiza, país que representó durante décadas los intereses de EEUU en Cuba. Se encontrará también con el cardenal Jaime Ortega, el cual ha jugado un papel importante en el acercamiento bilateral, representando al Vaticano. Y mantendrá un encuentro con su homólogo, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla.
El acercamiento a Cuba lo inició Clinton, la esposa del presidente que convirtió en ley el Embargo contra Cuba
La disidencia parece, pues, la gran ignorada de este día histórico al no ser invitada a la fiesta, a pesar de que, como premio consuelo, Kerry tiene previsto un encuentro privado con un pequeño grupo de opositores en la casa del Embajador de EEUU. Algunos de los invitados podrían dejar plantado al secretario de Estado. La Jefa de las Damas de Blanco lo ha criticado abiertamente por ceder a las presiones de Cuba, “No ha puesto ninguna condición y el resultado lo estamos viendo ya. Ningún disidente ha sido invitado a la ceremonia de inauguración de la embajada”.
El acercamiento a Cuba lo inició la anterior Secretaria de Estado, Hillary Clinton, paradójicamente la esposa del presidente que convirtió en ley el Embargo contra Cuba. Cheryl Mills, jefa del equipo de la Clinton, y la secretaria adjunta para el Hemisferio occidental, Julissa Reynosso, se encontraron en secreto con funcionarios cubanos en Puerto Príncipe, Haití, y en Santo Domingo, entre el 2010 y hasta el 2012. El informe del equipo negociador recomendó a la Clinton “seguir negociando con los cubanos sobre la liberación de Alan Gross, pero no podemos permitir que esta situación bloquee un avance en las
relaciones bilaterales. Los cubanos no van a ceder. O tratamos con los
Cuban Five o dejamos esos dos temas fuera”.
Tras la caída de
la URSS , el presidente Reagan apostó por ahogar totalmente a Cuba
En el 2013 se sentaron en la mesa Ben Rhodes y Ricardo Zúñiga del lado estadunidense y la diplomática Josefina Vidal representando a Cuba. El presidente Obama mantuvo el asunto en el mayor secreto, ni siquiera informó al Pentágono. Solo estaban al tanto de las negociaciones el vicepresidente Joe Biden, el jefe del gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, y Susan Rice, consejera de Seguridad Nacional. Obama evitó así que la negociación fuera boicoteada desde dentro de su administración.
En Cuba, el plan era provocar hambre, miseria y desesperación para empujar a la gente a derrocar la revolución, según explican documentos del Departamento de Estado. En 1960 el presidente Dwight D. Eisenhower decreta un Embargo parcial y, ante la terquedad cubana, en 1962, JF Kennedy lo refuerza prohibiendo también el comercio de alimentos y medicinas.
Tras la caída de la URSS el presidente Ronald Reagan apostó por ahogar totalmente a Cuba. El Congreso aprobó la Ley Torricelli, que prohíbe también a las filiales estadounidenses en terceros países comerciar con Cuba. En 1996, el Presidente Bill Clinton pretende dar el puntillazo final, en medio de la más brutal crisis económica de la isla, cierra el cerco con la Ley Helms Burton, castigando también a empresas de otras naciones que tengan tratos con La Habana. La estrategia cubana fue resistir, convirtiendo la denuncia del Embargo en bandera política.
Sirvió para unificar a la población en torno a los revolucionarios cubanos y para aislar a los opositores internos que defendían el bloqueo. Por otra parte, la imagen de David contra Goliat, fue útil para ganar aliados internacionales hasta dejársolo a EEUU e Israel defendiendo el Embargo contra todos los demás países de la Asamblea General de Las Naciones Unidas. La última vuelta de tuerca del Embargo vino de la mano del propio Barack Obama, que llevó la presión del bloqueo al extremo. Sancionó incluso a las empresas como la Philips por venderle a Cuba equipos médicos, retuvo una asignación de la ONU para combatir el VIH en la isla y fue el presidente que puso las multas más altas a la banca de terceros países, entre ellas una de 8000 millones a un banco rancés. Solo cuando estuvo convencido de que no lograría doblegar a La Habana por esa vía se decidió a cambiar de política.
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