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La Justicia británica declara ilegal la expulsión de demandantes de asilo a Ruanda

La Corte Suprema ha determinado que la deportación de personas migrantes a Ruanda, como planeaba el Gobierno británico, los expondría a un riesgo real de malos tratos.

Manifestantes sostienen pancartas frente a la Corte Suprema, el día en que dicta su fallo sobre si el gobierno puede seguir adelante con su plan de deportar inmigrantes a Ruanda, en Londres, Gran Bretaña, el 15 de noviembre de 2023. Peter Nicholls / REUTERS

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El Tribunal Supremo de Reino Unido, máxima instancia judicial del país, ha rechazado el recurso del Gobierno británico para autorizar la deportación de migrantes a Ruanda. La decisión ha supuesto un duro golpe para el primer ministro conservador, Rishi Sunak, que respondió que ya trabaja en un nuevo tratado con el país africano.

En un dictamen unánime de cinco jueces, el presidente del Supremo, Robert Reed, consideró que el plan no examina a fondo si Ruanda puede considerarse un país seguro ni ofrece suficientes garantías de que, por ejemplo, los migrantes no puedan ser deportados en un futuro a las zonas de las que previamente habían escapado.

La deportación de demandantes de asilo a Ruanda era uno de los grandes objetivos en materia de política migratoria que defendía el Ejecutivo de Rishi Sunak, que llegó a organizar en junio uno de estos vuelos. Este primer vuelo quedó paralizado 'in extremis' por intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que respondió a una queja de organizaciones humanitarias.

El Ejecutivo de Rishi Sunak recurrió el dictamen del Tribunal de Apelación de Londres, que consideró que Ruanda no era “un país seguro” para enviar a personas migrantes en situación irregular. Los altos magistrados dieron la razón al Tribunal de Apelación británico. La decisión está fundada en razones legales y no políticas, insistió el presidente del tribunal, Robert Reed.

“Llegamos a la conclusión de que el Tribunal de Apelación tenía derecho a considerar que existen motivos fundados para creer que la expulsión de los demandantes a Ruanda, donde fueron objeto de persecución, los expondría a un riesgo real de malos tratos”, afirmó Reed.

Objetivo de reducir la inmigración

Sunak había apostado fuerte por esta medida, muy controvertida, pero que consideraba decisiva para reducir la inmigración, que se proyecta como un tema clave en las elecciones generales previstas para 2024. Cuando alcanzó el poder hace un año, Sunak prometió “acabar con la llegada de los barcos” con migrantes que cruzan el Canal de la Mancha.

El plan de deportar a las personas migrantes a Ruanda fue anunciado hace un año y medio durante el gobierno del conservador Boris Johnson, pero fue igualmente bloqueado por los tribunales.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), que participó en el proceso, aplaude la decisión del Supremo y subraya que ha “expresado sistemáticamente serias preocupaciones” por cualquier iniciativa que implique la “externalización” de las obligaciones que les corresponden a los Estados en materia de asilo, en la medida en que puede exponer a los refugiados a “graves riesgos”.

Ley de emergencia para declarar a Ruanda “un país seguro”

El primer ministro británico ha anunciado, ante la decisión del Tribunal Supremo, que impulsará una legislación de emergencia para que Ruanda sea reconocido por el Parlamento como “un país seguro”.

Sunak ha añadido, en una rueda de prensa, que hará “lo que sea necesario” para impedir que “tribunales extranjeros” como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos bloqueen decisiones tomadas en el Reino Unido.

Sin embargo, ha declarado que deben ser honestos “sobre el hecho de que, incluso una vez que el Parlamento (de mayoría conservadora) haya cambiado la ley aquí en casa, podríamos afrontar desafíos por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo”.

Si el Tribunal de Estrasburgo decidiera intervenir en contra de la decisión adoptada por el Parlamento, afirma Sunak que “estaría dispuesto a hacer lo necesario para que esos vuelos despeguen”, algo que apunta la posibilidad de retirarse de la Convención europea de los derechos humanos.

Así, el jefe del Ejecutivo, que se encuentra bajo presión por parte del ala derecha de su partido para endurecer las medidas contra la inmigración irregular, asegura que, de una forma u otra, los vuelos a Ruanda “comenzarán en primavera, según lo previsto”.

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