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Irán Biden quiere superar pronto los obstáculos para reactivar el acuerdo nuclear con Irán

Conforme avanza la negociación en curso sobre el acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán, están surgiendo obstáculos a los que Joe Biden debe de hacer frente. 

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, escucha durante un evento sobre la sequía, el calor y los incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, escucha durante un evento sobre la sequía, el calor y los incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos. SARAH SILBIGER / EFE/EPA/POOL

El bombardeo el lunes de posiciones de milicias proiraníes en Siria e Irak por parte del ejército de Estados Unidos, introduce un nuevo elemento en las negociaciones que se celebran en Viena con el fin de reactivar el acuerdo nuclear con Irán firmado en 2015 por el presidente Barack Obama y suspendido dos años después por el presidente Donald Trump.

Este miércoles varias milicias proiraníes en Siria e Irak han anunciado su intención de mantener la calma siempre y cuando las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en esos dos países hagan lo propio, una indicación de que Teherán está buscando un rápido entendimiento con Washington que permita que respire su economía.

Funcionarios americanos han desvinculado públicamente la negociación nuclear de la cuestión de las milicias proiraníes, lo que debe interpretarse como una buena señal. De hecho, Irán también tiene un gran interés en que el futuro de las milicias aliadas que operan en Siria e Irak no se discuta en Viena, y parece que Washington lo ha comprendido.

Para Irán, mantener esas milicias es de gran importancia dado el aislamiento que sufre el país por parte de Occidente. Durante décadas los occidentales no han permitido que Teherán tenga una política exterior independiente, de modo que las relaciones que mantiene con otros grupos chiíes, como los iraquíes o los sirios, son vitales para expandir modestamente su espacio vital.

Aunque el presidente saliente Hassan Rouhani ha vuelto a insistir el miércoles en que su país no persigue la fabricación de la bomba atómica, es evidente que no tiene más remedio que jugar temporalmente esa baza con el fin de quitarse de encima las duras sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, dado que es la única carta que tiene a su alcance.

Es importante que el tema de las milicias proiraníes quede fuera de la cesta de negociación de Viena, aunque este no es el único obstáculo que puede complicar la negociación antes de que en las próximas semanas se produzca un cambio en la presidencia de Irán. La intención aparente de las dos partes es que el documento esté listo cuanto antes.

Israel está presionando a Biden con el fin de torpedear la negociación

Otro asunto que preocupa a Estados Unidos tiene que ver con otro tipo de armas, como los misiles balísticos, los drones de precisión, o la guerra electrónica. En este asunto no puede ignorarse que Israel está presionando a Biden con el fin de torpedear la negociación, aunque el nuevo gobierno de Naftalí Bennett considera, a diferencia de Benjamín Netanyahu, que un enfrentamiento directo y público con Washington no es recomendable para sus intereses.

Según The New York Times, la administración Biden cree que el acuerdo nuclear debería ser un punto de partida para entablar posteriormente negociaciones sobre esta clase de temas, así como sobre el apoyo de Irán al "terrorismo internacional", es decir, a lo que Estados Unidos considera "terrorismo internacional, una definición discutible que obviamente no se comparte en Teherán.

En Washington son conscientes de que la situación de Irán en 2021 no es la misma que la de 2015, cuando se firmó el acuerdo nuclear. Desde entonces Teherán ha desarrollado su arsenal convencional de una manera significativa y los americanos, incitados por Israel, quieren poner un coto a esa expansión armamentista.

Conviene señalar que a diferencia de Israel, Irán es un país que solamente ha tenido conflictos defensivos. No es un país agresivo y su potencia militar busca únicamente defenderse de agresiones extranjeras, como ha ocurrido en el pasado. El aislamiento a que está sometido no le deja otra opción que aliarse con milicias chiíes allí donde las encuentra.

Israel se aprovecha de Irán para cerrar negocios con los países árabes del Golfo Pérsico

El presidente electo Ibrahim Raisi confirmó la semana pasada que su país no renunciará a la influencia que tiene en la región, una cuestión que preocupa en Israel. En realidad Israel se aprovecha de Irán para establecer relaciones y cerrar negocios con los países árabes del Golfo Pérsico, lo que quiere decir que los israelíes son los primeros interesados en mantener una tensión permanente con Teherán.

Y no hay que olvidar que Israel cuenta con aliados poderosos en Estados Unidos, especialmente en el Congreso. Son aliados que presionan a Biden para entorpecer las políticas iraníes en Oriente Próximo. Es un pulso permanente que todavía es pronto para saber cómo se decantará, aunque es evidente que Biden tiene en principio buenas intenciones.

En este contexto, los bombardeos americanos contra las milicias pro-iraníes en Siria e Irak han suscitado un movimiento en Washington que se ha visto reflejado en las declaraciones de algunos senadores demócratas exigiendo a Biden que obtenga el respaldo previo del Congreso. Pero de momento solo puede hablarse de ataques puntuales que muy probablemente no tendrán grandes repercusiones a corto plazo.

En estos momentos, la cuestión capital es si Biden cederá a la presión directa e indirecta de Israel y tratará de vincular el acuerdo nuclear a una negociación de armas y tecnología iraní que no estuvo incluida en el acuerdo de 2015.

Naturalmente, Irán necesita la luz verde de Washington para exportar petróleo y también para incorporarse a las instituciones financieras internacionales, y es muy probable que Biden utilice estas carencias para presionar a Teherán.

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