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Grecia vive la primera huelga general del año contra los recortes pactados con la UE

La protesta se produce un día antes de que el Parlamento deba votar las reformas que desbloquearán el siguiente tramo del rescate, que Atenas necesita para devolver los 7.500 millones de deuda que vence en julio

Varios activistas del sindicato comunista PAME corean consignas durante la huelga general de 24 horas contra los últimos recortes pactados con la UE. EFE/Alexandros Vlachos

AGENCIAS

Grecia ha vivido este miércoles la primera huelga general del año, convocada por los principales sindicatos en contra del reciente acuerdo entre el Gobierno y los acreedores del país (la UE, el FMI y el BCE) y las nuevas medidas de austeridad que incluye en el llamado cuarto memorando.

Miles de ciudadanos, unos 12.000 según la policía, salieron por enésima vez a la calle en Atenas para protestar contra la ley escoba que se empezó a debatir en el Parlamento y que engloba todas las medidas pendientes para desbloquear un nuevo tramo de la ayuda financiera de alrededor de 7.000 millones, de un rescate de 86.000 millones de euros. Atenas necesita los fondos urgentemente para devolver la deuda de 7.500 millones de euros de deuda que vence en julio.

La ley, que el martes fue aprobada en comisión parlamentaria, incluye además medidas de recorte de pensiones a partir de 2019 y aumentos de impuestos a partir de 2020 por un total de 4.900 millones de euros anuales.

Los sindicatos han bautizado estas medidas como cuarto memorando por tratarse de ajustes adicionales no previstos en el tercer rescate, que se aplicarán una vez vencido el programa actual. Lo más grave, según los sindicatos y los partidos de la oposición, es que esta vez Grecia debe cumplir sin recibir nada a cambio.

Manifestantes marchan ´con una pancarta en la que se lee 'Subversión' en la protesta convocada la huelga general contra los últimos recortes pactados con la UE. REUTERS/Alkis Konstantinidis

Manifestantes marchan ´con una pancarta en la que se lee "Subversión" en la protesta convocada la huelga general contra los últimos recortes pactados con la UE. REUTERS/Alkis Konstantinidis

La jornada de huelga, que en algunos sectores como el naval, los médicos, los abogados o el transporte público es de 48 o hasta de 72 horas, transcurrió como suele ser habitual en Grecia, con un seguimiento muy desigual, imperceptible en el comercio, pero con muchos trastornos en los servicios. El tráfico ferroviario se detuvo por completo y en el transporte urbano, los autobuses y tranvías pararon durante todo el turno de noche y lo volverán a hacer a partir de las 21.00 hora local (18.00 GMT), mientras que el metro funciona solamente desde las nueve de la mañana (06.00 GMT) hasta las cuatro de la tarde (13.00 GMT).

En el paro participaron, por primera vez en mucho tiempo, los controladores aéreos, por lo que 185 vuelos tuvieran que ser cancelados o modificados, señaló  una fuente del Aeropuerto Internacional de Atenas. También fue novedosa la convocatoria de los uniformados a una manifestación propia, que se desarrollará esta tarde. La presencia policial en la manifestación era también menor que de costumbre, a pesar de que les está prohibido hacer huelga.

El funcionamiento de los hospitales públicos, así como de los ayuntamientos se ha visto afectado. Ni siquiera en la administración pública el seguimiento fue abrumador, de algo más del 50 %, según señaló un portavoz de Adedy, el sindicato del sector público.

El bajo seguimiento se ha convertido en habitual en Grecia, porque muchos trabajadores no pueden permitirse perder una jornada de salario o no le ven sentido a protestar solo un día. "Yo hago huelga como un ejercicio rutinario, pero no creo que tenga mucho sentido. Otra cosa sería una huelga indefinida", sostiene Panayiotis, abogado en la cincuentena.

Varios activistas muestran una pancarta que reza 'Nuestro baile de mayo' mientras participan en una manifestación durante la huelga general de 24 horas. EFE/Alexandros Vlachos

Varios activistas muestran una pancarta que reza "Nuestro baile de mayo" mientras participan en una manifestación durante la huelga general de 24 horas. EFE/Alexandros Vlachos

El ambiente que se palpaba en el centro de Atenas era doblemente gris: un cielo encapotado enmarcaba el sentimiento de desesperanza que se leía de los rostros de los manifestantes. "No nos queda esperanza alguna. Ningún político puede ofrecerla. Lo que hace falta es un líder que ame a la patria, diga basta ya y exija la quita de toda la parte de la deuda que es ilícita".

Son palabras de Melina Kotsaki, azafata retirada de 73 años que cuando se jubiló cobraba una pensión de 2.200 euros, de los que en estos momentos solo le quedan 750 euros y que con el nuevo tijeretazo que entrará en vigor en 2019 cobrará hasta un 18% menos.

Tampoco Kostas Kekas, camillero recién jubilado con 700 euros, cree que haya actualmente un político capaz de mejorar la situación en Grecia, a pesar de que las encuestas dan diez puntos de ventaja a los conservadores frente a la gubernamental Syriza. "Lo único que tendría sentido es un Gobierno que luche por que Grecia salga de los memorandos y que no piense solo en sus intereses partidistas sino, sobre todo, vele por el bien del pueblo", dice Kekas.

Grecia ha necesitado tres préstamos de miles de millones desde 2010 y los recortes adicionales son una cuestión polémica para el primer ministro Alexis Tsipras. "Nos han engañado. Creímos en sus promesas", dice Nikos Moustakas, de 71 años, un mecánico jubilado que trabajó 38 años. "Me han perdido como votante", dijo.

Varios activistas se enfrentan a la policía antidisturbios mientras participan en una manifestación durante la huelga general de 24 horas en Atenas (Grecia).EFE/Alexandros Vlachos

Varios activistas se enfrentan a la policía antidisturbios mientras participan en una manifestación durante la huelga general de 24 horas en Atenas (Grecia).EFE/Alexandros Vlachos

Tsipras fue elegido por primera vez en 2015 con el compromiso de terminar con la austeridad pero fue obligado a ceder meses más tarde para aceptar un nuevo paquete de rescate para evitar la bancarrota. Tsipras permanece rezagado en las encuestas, pero su coalición de Gobierno tiene una pequeña pero firme mayoría en el Parlamento, que cuenta con 300 miembros.

Tsipras ha defendido los tijeretazos adicionales con la promesa de que cada medida de recorte irá acompañada de una contramedida de alivio y el argumento de que cerrar la segunda evaluación del rescate permitirá que Grecia pueda entrar en un programa de alivio de la deuda a partir de 2018, salir paulatinamente a los mercados y dar definitivamente carpetazo a la era de rescates.

Una vez que se aprueben estas nuevas medidas, los ministros de Finanzas de la eurozona discutirán el desembolso de fondos en la siguiente reunión programada del Eurogrupo, el 22 de mayo.

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