La controvertida imagen del presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha aglutinado una rara coalición de líderes políticos de diferentes colores.

El semanario Marianne publica hoy un manifiesto llamado Llamamiento del 14 de febrero para una vigilancia republicana que lleva la firma de un amplio abanico de personalidades que incluyen al ex primer ministro gaullista Dominique de Villepin, el centrista François Bayrou y los socialistas Ségolène Royal y Bertrand Delanoë.

El texto constituye un auténtico manifiesto anti-Sarkozy porque se centra en los puntos más conflictivos del perfil y de las actividades del presidente, aunque no le citan en ningún momento. Los firmantes proclaman su intención de 'defender por separado o conjuntamente' los principios fundamentales de Francia, 'como siempre se hizo en la historia de la República'.

'Monarquía electiva'

Los 17 firmantes de derecha, centro e izquierda republicanas subrayan que se opondrán 'a toda deriva hacia formas de poder puramente personalistas, propias de una monarquía electiva'.También manifiestan su intención de defender los principios 'fundamentales de una laicidad firme y tolerante', de proteger 'la independencia de la prensa', y exigen 'una política exterior digna'.

Los firmantes demuestran su voluntad de sacar la artillería pesada contra un presidente que empieza a dar señales de no tener, en el fondo, más programa que la propia promoción personal de algunas ideas poco reflexionadas, y de sufrir de un exceso de energía que le da el aspecto de un aspavientos peligroso.

El manifiesto llega dos días después de una polémica desatada por Sarkozy. Ante el Consejo de Instituciones Judías, propuso que cada niño de diez años asuma personalmente la memoria de uno de los 11.000 chavales franceses que fueron víctimas de los nazis hace más de 60 años. La propuesta ha sido juzgada 'indigna' y 'calamitosa' por varios representantes de supervivientes del Holocausto.