Este artículo se publicó hace 8 años.
Todos los documentos y e-mails sobre el acuerdo TiSA serán secretos hasta cuatro años después de su aprobación
Un nuevo documento filtrado por WikiLeaks al que ha accedido 'Público' prueba que EEUU utiliza diferentes vías para intentar impedir la difusión de cualquier tipo de documento sobre las negociaciones, incluso aunque el tratado no salga adelante.
Alejandro López de Miguel
-Actualizado a
MADRID.- Bruselas se afana en vender transparencia en la negociación del TTIP pero no puede esconder que esta brilla por su ausencia en otros grandes tratados que también llevan su firma. Washington presiona para que los documentos sobre las negociaciones del pacto de servicios TiSA sean secretos al menos hasta cuatro años después aprobarse el acuerdo. O hasta cuatro años después de la última ronda de negociaciones, si el Trade in Services Agreement (TiSA) queda en vía muerta.
Según los documentos filtrados por WikiLeaks a los que Público ha accedido en exclusiva en España, EEUU intentan por diferentes vías que los cincuenta países que negocian este acuerdo se comprometan a mantener el secreto al menos durante este periodo. No todos los estados tienen el mismo peso en las negociaciones y Estados Unidos es, junto a la UE -que negocia en nombre de los 28- uno de los actores con más poder en las conversaciones.
Washington exige también que los textos sólo puedan ser consultados por agentes gubernamentales de los países firmantes y por los trabajadores que designen
En la carta sin fechar que rubrica el embajador de EEUU ante la Organización Mundial del Comercio, Michael Punke, Washington pide al resto de estados que confirmen haber aceptado sus “propuestas” para garantizar “la confidencialidad de los documentos”. Esto pasa por mantener en secreto cada uno de los materiales empleados en las negociaciones, desde las propuestas de cada una de las partes a los distintos materiales explicativos, pasando por los e-mails “relacionados con la esencia de las negociaciones”.
“Todos los participantes aceptan que todos los documentos relacionados con el desarrollo de un nuevo Acuerdo Internacional sobre Servicios”… “son suministrados y custodiados de forma confidencial, a no ser que cada parte involucrada en las comunicaciones [en cuestión] acepte su publicación”, reza el documento al que ha accedido este diario.
Washington exige también que estos textos sólo puedan ser consultados por agentes de los respectivos gobiernos de los 50 países firmantes y por los trabajadores designados por los mismos que “tengan necesidad de revisar o ser notificados sobre la información que recogen”. Y, como ocurre con el TTIP, tienen prohibido compartir cualquier aspecto de estos documentos con personas que no tengan acceso a los mismos.
El documento establece que cualquier comunicación telemática sobre estos textos debe hacerse desde una línea segura, y deben almacenarse “en armarios cerrados” o “dentro de edificios seguros”.
“No es necesario que los textos sean almacenados en cajas fuertes”, recoge la propuesta de EEUU, que también exige a los estados participantes que marquen los documentos que elaboren “de manera que sea claro que son documentos que deben ser custodiados de forma confidencial”.
En junio de 2015 Público y otros medios de una decena de países revelaron el texto central des acuerdo secreto filtrado por la organización que dirige Julian Assange. Entonces ya informó de que varios documentos incluyen una cláusula que establece que estos deben ser secretos durante cinco años, y la delegación de IU en el Europarlamento pidió explicaciones al respecto al Ejecutivo comunitario.
La misma cláusula aparece en algunos de los documentos que han visto la luz este lunes, entre ellos el Anexo sobre empresas públicas, fechado el 9 de octubre de 2015.
Primero Bruselas dijo que la cláusula que hace secretos los documentos durante cinco años era un "texto formal"; después que no tenía aplicación en la UE, y por último que había pedido su eliminación
La respuesta de Bruselas a las preguntas de IU fue que éste es sólo “un texto formal” impuesto por EEUU. Después aseguró que la norma “no era aplicable en la UE”, sin aclarar qué normativa sustenta esta afirmación, que cae por su propio peso teniendo en cuenta que Bruselas se comprometió a mantener en secreto los documentos sobre las negociaciones del TTIP durante 30 años. En tercer lugar, la Comisión Europea, que ejerce como única voz de los 28 en este tipo de negociaciones, respondió que había solicitado “reiteradamente” la eliminación de esta cláusula.
“Me da la sensación de que nos están engañando”, aseguró entonces a este medio la eurodiputada Marina Albiol, al frente de la delegación del partido en la Eurocámara. “Nos quedamos más preocupadas que antes de tener las respuestas”, zanjó.
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