VARSOVIA.- En la sesión del miércoles del pleno del Parlamento Europeo, que se centró en la crisis de la deuda griega y que contó con la presencia del propio presidente del país, Alexis Tsipras, el eurodiputado radical-monárquico polaco Janusz Korwin-Mikke sorprendió a todo el plenario haciendo el saludo nazi durante su intervención.

Korwin-Mikke, líder del "Congreso de Nueva Derecha", formación que recibió cerca del 10 % de los votos en las pasadas elecciones europeas, hizo el polémico gesto en protesta contra una propuesta alemana para introducir un sistema de billetaje común para los viajes dentro de las fronteras de la UE, incluidos los servicios de tren y autobús.

A la vez que levantaba el brazo, el eurodiputado polaco proclamó su propia versión del lema nazi de "ein Volk, ein Reich, ein Führer" ("Un solo pueblo, un imperio, un líder"), que Korwin-Mikke modificó ligeramente al cambiar "Führer" por "billete de transporte".

Los eurodiputados que defienden el sistema de billetaje único argumentan que aumentaría el uso del transporte público, mientras que Korwin-Mikke critica que Bruselas trata de "unificarlo todo y acabar con la diversidad".

Korwin-Mikke se define como "monárquico, conservador y liberal" en lo económico y rechaza las acusaciones de "fascista" que le lanzan muchos de sus oponentes, a los que responde pidiéndoles que se documenten para diferenciar entre un conservador-liberal y un fascista.

Sus opiniones levantan ampollas en todos los sectores de la sociedad polaca y van desde prohibir la emisión por televisión de los juegos paralímpicos a proponer el reparto de armas entre la población civil.

De los homosexuales dice que siempre "han existido" y asegura no tener nada en contra mientras mantengan su tendencia sexual como algo privado e íntimo, aunque pide prohibir las marchas y desfiles del orgullo.

El jefe de la Diplomacia polaca, Grzegorz Schetyna, se ha apresurado en pedir este jueves disculpas "en nombre de toda Polonia".