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Derechos humanos Amnistía Internacional alerta de la erosión  de derechos de mujeres y minorías a consecuencia de la pandemia

El coronavirus ha acentuado las desigualdades ya existentes y ha profundizado en la marginación de grupos vulnerables, según apunta la organización humanitaria en su informe anual. 

Niña Senegal
Una niña en una escuela de Senegal. - Ro Gam

La pandemia de la covid-19 ha amplificado las desigualdades que existían en el mundo y ha erosionado los derechos de grupos que ya figuraban entre los más marginados, como minorías étnicas, refugiados y mujeres, alerta Amnistía Internacional (AI) en su informe anual, publicado este miércoles.

La organización humanitaria, que ha analizado la situación en 149 países durante 2020, alerta de que numerosos gobiernos están instrumentalizando la crisis sanitaria para avanzar en sus propias agendas y han abandonado a los sectores más vulnerables de la población, declaró a Efe su secretaria general, Agnès Callamard, además de apuntar a que las ayudas económicas han sido exiguas y poco eficaces en numerosos países.

"¿Cómo te vas a quedar en casa si tienes que alimentar a tu familia y vives al día?", denuncia Callamard

"Las medidas para responder al coronavirus han incrementado las desigualdades", recalcó la responsable de AI. "A la gente se le ha pedido que se quede en casa, pero ¿cómo te vas a quedar en casa si no tienes una? ¿Cómo te vas a quedar en casa si vives en un suburbio marginal? ¿Cómo te vas a quedar en casa si tienes que alimentar a tu familia y vives al día? No es posible, así que asumes el riesgo y sales fuera", reflexionó Callamard.

Migrantes y mujeres abandonadas

La ya precaria situación de millones de personas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo ha empeorado con la crisis sanitaria, que ha interrumpido suministros vitales, levantado nuevos controles fronterizos y dejado a muchos de ellos atrapados en centros de acogida.

"Los gobiernos han tendido a centrarse en sus propios ciudadanos y han desatendido a esas poblaciones que ya eran extremadamente vulnerables al no tener la nacionalidad de los países en los que viven", indicó Callamard, quien subrayó que los campos de refugiados han sido "deplorablemente abandonados" a su suerte.

Muchas víctimas se quedaron aisladas en casa con sus maltratadores

De igual modo, Amnistía Internacional constata un acusado aumento de la violencia de género y la violencia intrafamiliar durante la pandemia. Las mujeres, junto con las personas LGBTI, afrontan mayores obstáculos para recibir protección en caso de necesidad debido a las restricciones de movilidad para prevenir contagios, lo que les deja en una situación de especial vulnerabilidad.

Muchas víctimas quedaron aisladas en casa con sus maltratadores, sin canales para denunciar de manera anónima los abusos que estaban sufriendo ni mecanismos para recibir ayuda.

La crisis ha normalizado medidas autoritarias

El informe de la organización humanitaria describe cómo numerosos líderes políticos han aprovechado la crisis para normalizar medidas autoritarias, demostrando un "desprecio absoluto por los derechos humanos". "Algunos gobiernos han usado la covid como un arma para suprimir la disidencia, la crítica y la libertad de expresión", alerta Callamard.

En Europa, AI destaca las acciones del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que reformó el código penal para introducir penas de hasta cinco años de prisión por divulgar "información falsa" sobre la covid-19.

"Algunos gobiernos han usado la covid  para suprimir la disidencia y la libertad de expresión", alerta Callamard

También describe cómo varios Estados de Oriente Medio, como Arabia Saudí, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Omán, han usado la crisis como pretexto para "seguir reprimiendo la libertad de expresión" con medidas como procesar a personas por difundir "noticias falsas" en relación a las respuestas de esos gobiernos frente a la pandemia.

Otros dirigentes han recurrido al uso excesivo de la fuerza, como en Filipinas, donde el presidente, Rodrigo Duterte, ordenó a la policía "disparar a matar" contra quienes protestaran o causaran "problemas" durante el confinamiento, detalla el informe de AI.

Amnistía critica asimismo la brutalidad de las fuerzas de seguridad en Nigeria frente a las manifestaciones y la represión del activismo en la sociedad civil por parte del primer ministro indio, Narendra Modi.

Los conflictos en África Subsahariana se han agudizado con la pandemia y, "en respuesta, las fuerzas de seguridad del Estado también cometieron graves violaciones de derechos humanos contra civiles", aseguró Muchena,director de Amnistía Internacional para África Oriental y Meridional.

Añade que el Gobierno chino del presidente Xi Jinping no ha cesado en su persecución contra el pueblo uigur y otras minorías musulmanas, mientras que Hong Kong aprobó una "abusiva" ley de seguridad nacional para "legitimar la represión por motivos políticos".

La covid revela una América malherida

La situación precaria del continente americano en relación a los derechos humanos se ha visto "exacerbada" durante la pandemia y los abusos se volvieron todavía más evidentes en una crisis que trasciende más allá de lo sanitario, según el informe anual de Amnistía Internacional.

Al comienzo del año pasado América era la región más desigual del mundo, situación que empeoró con la pandemia

América acumula más de 55 millones de casos de coronavirus y 1,3 millones de fallecimientos, con Estados Unidos, Brasil y México liderando las cifras absolutas de víctimas mortales más altas del mundo, después de que sus gobiernos informaran de manera confusa sobre la pandemia. Según el documento, al comienzo del año pasado América era la región más desigual del mundo, situación que empeoró con la pandemia, al caer en la pobreza otros 22 millones de personas y 8 millones en la pobreza extrema.

"La covid-19 exacerba las condiciones de desigualdad, de protección, de vulneración del ejercicio de derechos humanos, etcétera, precisamente por las fallas estructurales, por la negligencia de los estados y por la falta de inversión publica en el acceso a derechos fundamentales, entre muchos otros elementos", dijo Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI).

La violencia contra las mujeres, los ataques a periodistas y defensores de derechos humanos o los ataques discriminatorios por motivo de clase, color de piel u orientación o preferencia sexual persistieron y aumentaron en cantidad, dando lugar a una furia social que fue contenida con la excusa de la cuarentena por covid-19.

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