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coronavirus Italia, con diez veces menos contagios que España, endurece sus medidas anticovid

Siete meses después del inicio de la pandemia, Italia tiene unos datos mejores que España, pero eso no quita que se encuentre en una situación delicada. Es más, expertos epidemiólogos del país aseguran que hay todavía "dos o tres semanas" para actuar y frenar la subida de la curva de nuevos positivos. Mientras tanto, a partir de ahora será obligatorio llevar mascarillas al aire libre, todo el día y en todo el territorio transalpino. Las multas pueden ser de entre 400 y 1.000 euros.

Dos mujeres llevan mascarillas cerca del Coliseo romano en Italia. REUTERS / Yara Nardi
Dos mujeres llevan mascarillas cerca del Coliseo romano en Italia. /Reuters / Yara Nardi

Italia refuerza sus medidas de protección de cara a la covid, aunque sea uno de los países de Europa con menor tasa de contagios por coronavirus. El Gobierno del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, firmó ayer miércoles la ampliación del estado de emergencia hasta el 31 de enero de 2021, cumpliendo así un año completo de atención institucional acerca del coronavirus.

El país con forma de bota está a punto de aprobar también un nuevo decreto ley específico para el coronavirus. La novedad más importante es que a partir de ahora será obligatorio llevar mascarillas al aire libre, todo el día y en todo el territorio transalpino. De esta forma, se resuelve definitivamente la controversia de los últimos días, donde muchos territorios italianos -como las regiones de Lazio y Sicilia; y las ciudades de Nápoles, Bolonia o Génova- actuaron de forma independiente, aunque fuera para endurecer aún más las medidas de protección anticovid respecto a las del Gobierno central.

Para aquellos que no lleven la mascarilla en los lugares públicos, cerrados o al aire libre, las multas serán de entre 400 y 1.000 euros. Quien ha contraído el coronavirus y no respete la cuarentena, tendrá un castigo de tipo penal hasta 18 meses y una multa que puede variar de los 500 hasta los 5.000 euros. Se mantienen las medidas de prevención y protección hasta ahora vigentes: distanciamiento interpersonal de al menos un metro, prohibición de aglomeraciones públicas y privadas, respeto de las medidas higiénicas y la obligación de permanecer en casa con más de 37,5 grados de fiebre.

Las nuevas normas afectarán también a los desplazamientos dentro de la Unión Europea (UE). Desde este momento, Italia obligará a todos los viajeros procedentes de Reino Unido, Bélgica, Holanda, París y otras siete regiones francesas; a someterse a una prueba diagnóstica para poder entrar en el territorio italiano. El país con forma de bota lleva ejecutando este tipo de medidas, sobre todo en los aeropuertos, desde el mes de agosto, cuando empezó a aplicar dichas medidas también a los pasajeros que llegaban de España, Grecia, Malta y Croacia. Actualmente, estos cuatro países siguen estando en la lista para las autoridades sanitarias transalpinas.

"Nuestro principio fundamental es proteger la salud de los ciudadanos en condiciones de seguridad en los lugares de trabajo y allá donde se desarrolle la vida social", asegura el jefe del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, "lo cual implica preservar también la economía y el tejido productivo". A nivel político y de medios de comunicación, durante esta semana, en el país se ha temido que el endurecimiento de las medidas de protección, basadas principalmente en la colocación de las mascarillas de forma obligatorio en todos los lugares públicos; fuera a afectar incluso al sector hostelero con una reducción de los horarios de apertura. Al final, según el criterio del Ejecutivo transalpino, esto por el momento no será necesario: "Nos basaremos en el principio de proporcionalidad", ha recordado estos días el premier italiano.

¿Qué diferencias hay entre los datos de España y de Italia? Actualmente, España tiene unos 640.000 positivos actuales, con un índice de contagio de 1.362 positivos por cada 100.000 habitantes. El país transalpino, sin embargo, contabiliza actualmente 60.000 contagiados, con una tasa de positividad de 100 afectados por cada 100.000 habitantes. Así las cifras, tanto en términos absolutos como relativos, Italia tiene diez veces menos contagios que España.

Italia fue el primer país de Europa, junto a España, en sufrir el coronavirus a gran escala. Siete meses después de todo aquello, que arrancó el 21 de febrero de este año, el país con forma de bota se encuentra, por el momento, en una situación menos comprometida en términos de contagios, respecto a España. Eso no quita que el contexto no sea delicado o que no haya que mantener la guardia. Conte, de hecho, asegura que el Gobierno transalpino mantiene "una atención muy alta" sobre la evolución del coronavirus en el país. El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, pidió este martes "volver al espíritu de marzo" ya que "la seguridad sanitaria es la premisa para el arranque económico".

A pie de calle, buena parte de los italianos están usando mascarillas. Pero no todos. Del mismo modo que hay muchas personas que las emplean regularmente al aire libre; hay muchas otras que no, aunque sea una minoría. La vuelta a los colegios, hace tres semanas, supuso un motivo de preocupación en la Opinión Pública del país; pero los datos y las interpretaciones de los expertos aseguran que el "factor escuela" no está siendo determinante en la subida de la curva de positivos; que ha pasado de los 1.600 contagios diarios hace una semana, a los 2.500 actuales. Así pues, el virus entra en los colegios italianos más que salir de ellos, se aprende de la prensa. ¿Dónde radica, entonces, el incremento de nuevos positivos?

Según muchos analistas del país, periodísticos y sanitarios, el problema tiene origen en los hábitos sociales: hay demasiada gente en la calle con la mascarilla bajada por debajo de la nariz o de la boca, que se acerca a otras personas. Por suerte, al menos por el momento, en la actualidad la cuestión coronavirus no está conllevando una gran controversia política, como si en España, más allá de las habituales desavenencias entre Gobierno y oposición acerca de las nuevas normas y su influencia en los sectores productivos italianos.

Aunque en la última semana Italia ha experimentado un fuerte repunte en términos proporcionales, todavía no es demasiado tarde para invertir la tendencia. "Hay que apuntar a unos comportamientos sabios", asegura en una entrevista concedida al diario La Repubblica el epidemiólogo Walter Riccardi, experto que asesora al ministro de Sanidad italiano, Roberto Speranza. "Es necesario prestar mucha atención al distanciamiento interpersonal y, a medio plazo, a la campaña de vacunas contra la gripe", afirma el virólogo como una estrategia para descartar las personas que no hayan contraído el coronavirus. "Las mascarillas", confirma Ricciardi, "es una herramienta útil para todas aquellas ocasiones en las que se reduce la distancia con otras personas", "incluso cuando nos paramos a hablar con alguien al aire libre". Así pues, "en todas las ocasiones en las que podríamos encontrarnos en una situación de riesgo". Según el asesor del ministro de Sanidad transalpino, "todavía hay dos o tres semanas" para frenar la curva.

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