Este artículo se publicó hace 9 años.
La alianza de la derecha derrota a Maduro en las parlamentarias
La oposición venezolana, la Mesa de la Unidad Democrática, ha logrado 99 diputados, frente a los 46 del Partido Socialista Unido de Venezuela. Nicolás Maduro asume la derrota, que interpreta como "una bofetada para despertar"
-Actualizado a
CARACAS.- La alianza de la derecha en Venezuela derrotó al chavismo en las elecciones de este domingo. Como había afirmado previamente, el presidente Nicolás Maduro reconoció la derrota —que interpretó como "una bofetada para despertar"— y llamó a unir fuerzas ante la eventualidad de “que se pretenda imponer un plan contrarrevolucionario”. Pasada la medianoche, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, anunció que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) consiguió 99 diputados contra los 46 del Gran Polo Patriótico (GPP).
Aún quedan por adjudicar 22 escaños cuyos resultados, con el 96% de voto escrutado, no muestran todavía una tendencia "irreversible", algo obligatorio por normativa electoral en Venezuela para poder informar del recuento electoral.
De este modo, a partir del 5 de enero convivirán por primera vez en la historia un Poder Ejecutivo y un Poder Legislativo de diferentes signos políticos. Esto permite prever que se agudizará la confrontación política, quedando como principal interrogante si la oposición, que hasta el momento ha intentado derrocar al gobierno violentamente, intentará hacerlo desde la Asamblea Nacional —algo que no está previsto en la Constitución, salvo casos muy excepcionales— o retomará la senda institucional. Esta segunda perspectiva implicaría orientarse, a partir de abril de 2016, a construir la posibilidad de un referendo revocatorio, posibilidad prevista por la legalidad venezolana desde la Reforma constitucional de 1999.
De acuerdo a los datos presentados, la MUD obtiene 72 diputados en circuitos regionales (nominales) y 27 diputados por lista. El GPP gana 24 nominales y 22 por lista. ¿Cuál es la diferencia entre unos y otros? Las representaciones por lista se refieren a las que surgen por cada uno de los 23 estados, más el distrito Capital, de acuerdo a una proporcionalidad poblacional. Y se asignan por el sistema de cocientes, es decir que, relativamente, tiene que ver con la proporción de votos obtenidos por cada lista.
Las representaciones por circuito refieren a territorios más pequeños, dentro de cada estado (o el distrito Capital) y tienen la particularidad de que la lista más votada, así sea por un voto, se lleva toda la representación. De acuerdo a su población, hay circuitos que otorgan 1 (uninominales), otros 2 y otros 3 representantes (ambos son llamados plurinominales). Es decir que si en un circuito donde se eligen tres legisladores, por ejemplo, gana una fuerza política por un voto, se lleva los tres. Un vez electos, por supuesto, no hay ninguna diferencia entre el tipo de elección en la que se originó su legitimidad y cada diputado o diputada vale lo mismo que el resto.
De los datos presentados, entonces, puede deducirse que la oposición ganó en más circuitos plurinominales, porque donde sacó una diferencia significativa fue en las representaciones nominales. En los votos lista, en cambio, la diferencia fue de 5 legisladores (27 a 22), por lo que cabe deducirse que existió mayor paridad en el total de los votos que lo que indica el número final de legisladores por cada fuerza.
De acuerdo a lo informado por el CNE, en las parlamentarias participó el 74.25% del padrón electoral, una cifra alta teniendo en cuenta la no obligatoriedad del sufragio. Aunque menor que en otras ocasiones, en las que rondó —e incluso llegó a superar— el 80% del padrón.
La jornada transcurrió con normalidad, sin que se registraran problemas significativos. Según informó Vladimir Padrino López, comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a cargo del plan de seguridad electoral, apenas se registraron siete incidentes.
De esta manera, se desmintió una de las matrices principales respecto a la situación de la democracia en Venezuela, que nuevamente volvió a vivir unas elecciones que la misión de acompañamiento internacional describió como “ejemplares”, con un sistema electoral automatizado que permitió a electores y electoras votar en sólo un minuto. Esto último fue destacado por votantes y dirigentes políticos de una y otra fuerza, quienes convocaron a participar todo el día. Las colas se mantuvieron hasta tarde, al punto que el CNE debió extender el horario hasta que ya no hubiera personas en los centros de votación. Precisamente esto es lo que señala el reglamento electoral, para garantizar que nadie se quede sin su derecho cívico.
Inmediatamente después de conocerse los resultados, el presidente Maduro se dirigió al pueblo reconociendo la derrota y planteando que “triunfó la Constitución, triunfó la democracia”. Señaló que quedaba demostrada la perfección del sistema electoral y señaló la diferencia entre la ética de la Revolución Bolivariana, que siempre reconoció los resultados, y la oposición, que se negó a firmar un compromiso de respetarlos y en las elecciones anteriores desconoció la voluntad popular, llegando a generar graves hechos de violencia. "Siempre hemos confiado en nuestro poder electoral y en el resto a la voluntad de ustedes, queridos compatriotas. Nuestra victoria es encaminar los conflictos del país y resolverlos entre venezolanos y venezolanas", agregó.
En las filas opositoras reinaba la algarabía. Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, dijo que se iniciaba un nuevo ciclo político en el país. Con esta victoria "la agenda de la paz reinó, la agenda de los ciudadanos se impuso, el voto logró vencer democráticamente a un gobierno que no es democrático", aseguró el portavoz de la alianza al leer un comunicado conjunto de la plataforma que agrupa a la mayoría de los partidos de oposición. Henrique Capriles consideró que “hoy ganó el camino que nos permite cambiar para siempre Venezuela”. "Los tiempos de Dios siempre serán perfectos", aseguró desde Twitter.
Se abre así una etapa política con más interrogantes que certezas. La primera de ellas es qué relación establecerá la Asamblea con el Ejecutivo. La segunda es cuál será la estrategia del chavismo para recomponer sus posibilidades de enfrentar una ofensiva política contra su gobierno, sea la forma que adopte.
En este sentido, Maduro dijo que desde ahora, “la tarea central es acelerar una profunda revolución económica productiva que cree nuevas bases y libere al país del chantaje de quienes nos someten a una guerra económica”, identificando la situación de desabastecimiento con el malestar que se expresó en las urnas. También destacó que, en esta situación, el chavismo haya obtenido el 42% de los votos.
“No es tiempo de llorar. Es tiempo de luchar, de unir fuerzas, de revisar con objetividad, de reinventarnos, de aceptar lo que esté mal y de construir respuestas y soluciones a los problemas que tiene el pueblo”, convocó. “Estoy seguro, absolutamente, de que saldremos de esta situación y abriremos nuevos caminos de victoria para una nueva mayoría revolucionaria y chavista en las batallas que están por venir. Hemos perdido una batalla pero la lucha en la construcción del socialismo y la nueva sociedad apenas comienza. Es tiempo de renacimiento desde las dificultades”.
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