Este artículo se publicó hace 10 años.

Camboya, cuarenta años de voces silenciadas

Rostros de algunas de las víctimas del genocidio de Camboya en una de las prisiones más temibles del régimen jemer, la S-21. - PAU GARCÉS
Rostros de algunas de las víctimas del genocidio de Camboya en una de las prisiones más temibles del régimen jemer, la S-21. - PAU GARCÉS / ROCÍO GARCÍA

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Cinco años de conflicto provocaron en torno a un millón de muertos y dos millones de refugiados

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"Para hacer nuestras necesidades, en la habitación que compartía con cincuenta presos, había una caja de municiones vacía [...] con cuidado de no derramar una gota, pues si el guardia se percataba, obligaba a limpiarlo con la lengua" 

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"Mi primer marido fue ahorcado por el régimen, junto a mi hermano mayor.
A ambos los ejecutaron
ante el resto de la aldea y delante de sus familias"

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