Según un documento desclasificado de la CIA de los años ochenta, Siria no es el único país de Oriente Próximo que dispone de armas químicas. El informe indica, tal y como se explica en un artículo de Foreign Policy, que Israel fabricó su propio arsenal de armas químicas.

Tal y como indica la revista, los servicios de inteligencia siempre han sospechado que Israel dispone de un arsenal de armas nucleares fabricado durante los años sesenta y setenta para defenderse de posibles ataques de los ejércitos de los países árabes vecinos. 

Parece ser que estos informes, que han circulado durante más de 20 años entre las autoridades encargadas del control de armas, demuestran que el país hebreo produjo un arsenal químico y biológico para complementar al nuclear que se sabe que posee aunque nunca lo haya reconocido.

El descubrimiento se realizó en 1982 mediante satélites espías estadounidenses. El documento revelaba la fabricación de gas nervioso y la existencia de almacenes donde se producía, en un área del desierto de Negev. Además de destacar que creían que se estaban fabricando más armas de este tipo y que existía una industria bien desarrollada dedicada a este tipo de  producción en Israel.

Israel habría fabricado un arsenal químico y biológico para complementar al nuclear

'Aunque no podemos confirmar que los israelíes posean armas químicas letales, varios indicios nos hacen pensar que tienen a su alcance al menos agentes persistentes y no persistentes de gas nervioso, gas mostaza y varios agentes antidisturbios, dotados con sus correspondientes sistemas de distribución' resalta el documento.

El informe fue descubierto por un investigador en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan de California cuando encontró, grapado a un documento inocuo, una página que alguien de La Casa Blanca había supuestamente apartado de su copia de un Archivo Secreto del Servicio Especial de Inteligencia de la CIA del 15 de spetiembre de 1983, cuyo título era 'Implicaciones del uso soviético de armas químicas y tóxicas para los intereses de seguridad de Estados Unidos'.

Lo importante del descubrimiento no es sólo confirmar la existencia de un informe de la CIA que afirma que se han fabricado y almacenado armas químicas en Israel, sino que demuestra que esa información fue censurada por la Agencia Central de Inteligencia cuando estos desclasificaron en 2009 los informes.