Quedarse dormido, leer un libro o manipular el teléfono móvil son algunas de las inoportunas actividades que diversos maquinistas de tren argentinos llevan a cabo cuando se encuentran a los mandos de este medio de transporte. 

El Ministerio de Interior y Transporte del país latinoamericano ha difundido varios vídeos en los que se puede ver a los operarios dando cabezadas o distrayéndose mientras conducen, lo que ha despertado un nuevo debate en torno a la seguridad ferroviaria. Uno de ellos es despertado al activarse la señal acústica del sistema pedal del hombre muerto, un mecanismo de seguridad que requiere actividad humana para no detener la máquina de forma automática. 

Por ello, el Gobierno argentino anunció el pasado miércoles nuevas medidas de control para los conductores ferroviarios. Los conductores deberán someterse a exámenes psicofísicos periódicos, revalidar anualmente su carné de conducir y tendrán prohibido utilizar móviles y permitir la entrada de personas no autorizadas en la cabina, anunció en rueda de prensa el ministro argentino del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

'La mayoría cumple con su trabajo responsablemente', afirma el ministro Randazzo señaló que a menos de un mes de la instalación de cámaras en las cabinas de los maquinistas, 'los resultados han sido contundentes', aunque la mayoría 'cumple con su trabajo responsablemente' y sólo unos pocos cometieron infracciones y han sido apartados del servicio. El titular de la cartera de Transporte anunció también cambios para mejorar la seguridad del sistema ferroviario, muy cuestionada tras los últimos accidentes de tren, que han causado más de 60 muertos en los últimos tres años. 'Hace quince días firmamos un acuerdo con China para que en siete meses tengamos un sistema de detención automática de trenes', indicó Randazzo.

A partir de septiembre, dijo, entrarán en vigor 'nuevos protocolos de comunicación entre control y conductores' y se designarán supervisores de tráfico que, cada diez minutos, consulten al conductor sobre la velocidad, el recorrido y las estaciones, para tener 'una auditoría permanente sobre cada una de las formaciones'. Randazzo recordó el accidente ferroviario del pasado 24 de julio en España, que causó 79 muertos, y señaló que, tras la confesión del maquinista de que tomó a 190 kilómetros por hora una curva que debía pasar a 80, 'no hay ningún sistema de seguridad en el mundo que pueda evitar esa tragedia'.

En Argentina, el pasado 13 de junio, tres personas murieron y más de 300 resultaron heridas por el choque de dos trenes en hora punta en el oeste de la zona urbana de Buenos Aires y, en febrero de 2012, 51 personas murieron y más de 600 resultaron heridas por otro choque en la estación de Once, una de las más transitadas de la capital