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La Primavera Árabe: artistas que son ciudadanos

Un egipcio y una tunecina hablan en Mali de las revoluciones de Egipto y Túnez

S. B.

'Sé que voy a cambiar como artista, porque a los 43 años he nacido como ciudadano. Cuando se convoquen elecciones, será la primera vez que vote en mi vida'. Quien habla es Khaled Hafez, artista egipcio que ha realizado un vídeo colectivo, entre la ironía, la crónica y la poesía ,que lleva a la Bienal de Bamako aquellos días claves en la historia de su país. Junto a él, Fatten Gaddes, artista tunecina, que ha dirigido también otro acercamiento visual a la revolución que derrocó a Ben Ali .

'Fue inolvidable ver cómo fuimos capaces de convivir. No teníamos ese hábito de estar juntos con un mismo objetivo, después de décadas de dictadura. Fue como una olla que explota. Por eso aparece esa imagen en el vídeo', confiesa Gaddes, que reconoce que, entonces, dejó de ser artista para ser ciudadana. 'Si sacaba fotos, hubiera sido una observadora, y quise, por una vez, ser parte. Cuando ocurrió,apenas fuimos a casa. Nuestra casa era la calle', reconoce.

Sólo después, cuando ya había sido derrocado Ben Ali, preparó una instalación en la que imprimió su rostro en unos sacos de boxeo, listos para ser golpeados. 'Estaba preocupada y lo estoy aún porque en el mundo árabe la mujer es siempre la primera en sufrir. Me preocupa la laicidad, y me preocupa que los medios occidentales desvirtúen la realidad y amplifiquen el fenómeno del islamismo', apunta. 'Espero que, como artistas y como ciudadanos, ahora seamos más libres de pensamiento'.

Khaled Hafez no dio crédito en principio a lo que empe-zaba a pasar en las calles de El Cairo en los últimos días de enero. Hasta que murió un colega suyo, el fotógrafo Ahmed Basiony. 'Llevaba 40 años sin ir a una manifestación, sin votar, sin creer en que nada sirviera para cambiar el país. Ahora soy optimista', reconoce. 'A pesar de que el presente y el futuro de Egipto es incierto', opina.

El homenaje de la Bienal se completa con dos trabajos fotográficos excepcionales: el del egipcio Nermine Hamman, que realiza una serie de imágenes en las que extrae las figuras de militares y policías egipcios y los coloca en paisajes bucólicos, en homenaje a su apoyo a las protestas del pueblo. Y la acción colectiva Artocracy en Túnez, en la que seis fotógrafos retrataron a un centenar de tunecinos, y empapelaron las calles con sus rostros, para reivindicar el fin de la hegemonía propagandística de Ben Ali.

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