Una vez más, Israel expulsa de sus fronteras a activistas propalestinos. Cinco de los 27 ocupantes de los dos barcos abordados el viernes por el Ejército en aguas internacionales han sido ya deportados a sus países de procedencia. Un palestino con pasaporte israelí fue puesto en libertad. Los dos capitanes griegos, un periodista británico y una reportera egipcia fueron expulsados a sus países, mientras que otro periodista marroquí, Ayman Zoubiri, corresponsal de la cadena árabe Al Yazira en Madrid, fue devuelto a España.

Los demás, 15 irlandeses y cinco activistas de Canadá, Australia, Escocia y EEUU permanecen retenidos y, según los procedimientos habituales, podrán elegir entre acceder a la deportación voluntaria o presentarse ante un juez, lo que puede prolongar su encarcelamiento hasta 72 horas más.

El resto de activistas pueden permanecer encarcelados hasta 72 horas más

'Los tienen en la cárcel de Givon, en Ramle (cerca de Tel Aviv) y no tenemos contacto directo con ellos', explica a Público Huwaida Arraf, portavoz de la campaña 'Olas de libertad', que pretende traer en oleadas a barcos de activistas para recordar al mundo que el millón y medio de habitantes de Gaza siguen sitiados por Israel. 'Les han pedido que firmen un documento en el que reconocen haber entrado ilegalmente a Israel, pero varios no quieren firmarlo porque no entraron voluntariamente, sino que fueron secuestrados en alta mar y traídos forzosamente', agrega Arraf, palestina y con nacionalidad estadounidense.

La activista asegura que 'el abordaje del barco irlandés Saoirse se llevó a cabo de forma pacífica y en presencia de un representante consular de Irlanda', pero denuncia que los ocupantes del canadiense Tahrir 'fueron tratados con violencia y golpeados por los soldados tras negarse a abandonar la nave'.

Denuncian un trato violento en el abordaje del barco canadiense

La comunidad internacional no ha condenado el abordaje en aguas internacionales, de lo que se deduce una aquiescencia al mantenimiento del bloqueo marítimo, aéreo y terrestre a Gaza. Los países occidentales y la ONU han condenado repetidamente el cerco y han exigido su levantamiento, pero no apoyan estas iniciativas populares para romperlo y los gobiernos de Europa y EEUU han pedido a sus ciudadanos que se abstengan de participar.

Pese a ello, iniciativas como Liberad a Gaza y la Flotilla de la Libertad insisten en que seguirán enviando barcos al mar para llamar la atención al mundo sobre la pésima situación que vive desde hace cinco años la población de la franja palestina.