Decenas de personas habrían fallecido de sed e inanición en una embarcación que viajaba desde la costa libia a la isla de Lampedusa y que fue rescatada ayer por las patrulleras de la Guardia Costera italiana a 90 millas de la costa. Es el primer relato de algunos de los inmigrantes que tuvieron que ser trasladados en helicóptero hasta el ambulatorio lampedusiano desde alta mar por su avanzado estado de deshidratación. Según ellos, zarparon el sábado y el motor se paró poco después. A los que iban muriendo les iban tirando al mar.

Según fuentes del Gobierno cercanas al ministro de Interior, Roberto Maroni, citadas por los medios italianos, la Guardia Costera habría pedido ayuda a un barco de la OTAN que se encontraba a 27 millas de la embarcación para evitar la tragedia, sin obtener ningún tipo de respuesta. Según esas fuentes, Maroni contactó con el ministro de Exteriores, Franco Frattini, y el de Defensa, Ignazio La Russa, para acelerar las operaciones.

La alarma saltó de madrugada después de que uno de los pasajeros del barco llamara a la Guardia Costera de la isla de Pantelleria a través de un teléfono satélite pidiendo socorro. Un remolcador chipriota salió en su ayuda, pero en el momento de la aproximación a la barcaza comenzó a saltar gente al mar. Para evitar una catástrofe decidieron alejarse y pedir colaboración a Italia.

Horas después, un helicóptero de los guardacostas italianos sobrevoló la embarcación, proporcionando a los inmigrantes alimentos y agua desde el aire a través de una cesta. Algunos trataron de trepar hasta el aparato y de nuevo, por miedo a provocar un naufragio, los efectivos volvieron a tierra.

Fue entonces cuando cuatro patrulleras consiguieron llegar hasta la zona y comenzar el traslado de las 300 personas que iban a bordo, apoyados por otro helicóptero que transportaba a los más graves hasta la isla. En la cubierta de la nave se halló el cadáver de un hombre, que será sometido a la pertinente autopsia. Todos tendrán que pasar por un interrogatorio para que las autoridades italianas puedan reconstruir los hechos.

El pasado lunes, los guardacostas descubrieron a 25 inmigrantes muertos en la bodega de un barco en el que viajaban 271 personas que tuvieron que remolcar a Lampedusa.