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El Partido Comunista de Cuba aplaza su renovación

Raúl Castro sustituye a su hermano y da entrada en la directiva a los responsables de las reformas económicas

THILO SCHÄFER

Los mil delegados en el Palacio de las Convenciones de La Habana se pusieron de pie de golpe y entonaron vítores de 'Fidel, Fidel', algunos de ellos con lágrimas en los ojos, cuando el veterano líder de la Revolución cubana apareció de forma inesperada en el escenario. El lunes, Castro aún había exculpado su ausencia del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba en una carta en el portal cubadebate.cu, pero allí estaba, vestido de su ya característico chándal azul y visiblemente frágil ya que le ayudaron a tomar su asiento en el podio al lado de su hermano menor.

Como estaba previsto, el cónclave eligió al presidente del país, Raúl Castro, como sucesor de Fidel en el cargo de primer secretario del PCC. 'Muchas gracias, pero me lo merezco', dijo Raúl a los delegados en tono jocoso. Ya sin bromas, el nuevo líder del todopoderoso partido comunista definió su encargo: 'Asumo mi última tarea con la firme convicción y compromiso de honor de que el primer secretario del comité central del PCC tiene como misión principal y sentido de su vida defender, preservar y proseguir perfeccionando el socialismo y no permitir jamás el regreso del régimen capitalista'.

Sin embargo, la renovación y el 'rejuvenecimiento' que había pedido el propio Raúl en su discurso de apertura del Congreso el pasado sábado no se ha producido, por lo menos en lo que afecta al Buró Político, la ejecutiva del PCC. El puesto de segundo secretario cayó en José Ramón Machado Ventura, un veterano líder de la Revolución que se juntó a los Castro en la Sierra Maestra donde comenzaron su lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista en los años 50. 'Esta elección no admite sorpresa', dijo Raúl sobre el también vicepresidente del Gobierno y primero en la línea de sucederle.

Machado Ventura, un histórico de la Revolución, es el nuevo número dos

Tampoco hay muchas caras nuevas en el resto del Buró Político, que fue reducido a 15 miembros. De estos, 12 repiten en sus cargos, en su mayoría veteranos, incluyendo cinco generales, además de Raúl. De los tres miembros nuevos destaca Marino Murillo, el máximo responsable de las reformas económicas que han sido el tema central del cónclave. Este economista de 50 años, también vicepresidente del Consejo de Ministros, fue relevado como ministro de Economía días antes del Congreso para dedicarse a su papel de presidente de la comisión para las reformas económicas. Con él entró en el Buró Político su sucesor en Economía, Adel Izquierdo.

Esta selección subraya que la reforma del modelo económico es la máxima prioridad de los dirigentes cubanos ya que admiten que la actual planificación estatal no da resultados en la isla que está sufriendo una grave crisis. Los delegados aprobaron el lunes los llamados Lineamientos de la Política Económica y Social el plan para abrir la economía cubana a la iniciativa privada. Se prevé la propiedad privada y se legaliza la compraventa de automóviles y viviendas así como el trabajo por cuenta propia, entre otras cosas. 'Hay que eliminar los prejuicios sobre el papel no estatal en la economía', instó Raúl a los compañeros de filas. Y siguiendo con el tono autocrítico de su discurso del sábado, advirtió que 'el principal enemigo que enfrentamos y enfrentaremos serán nuestras propias deficiencias'.

Fidel expresó en la carta su apoyo a 'la idea sostenida por Raúl de que en el seno del Comité Central se incrementará la presencia del sector femenino y el de los descendientes de esclavos procedentes de África. Ambos eran los más pobres y explotados por el capitalismo en nuestro país'.

Efectivamente la elección para los 115 miembros del Comité Central del PCC, que se reúne entre los congresos en principio quinquenales, hubo muchas caras nuevas y más jóvenes. Raúl Castro se felicitó por haber aumentado la proporción de mujeres por encima del 40% y la de afrocubanos y mestizos al 30%. De hecho, un buen número de miembros del Comité Central reúne tres condiciones: mujer, joven y de origen afrocubano.

De los 15 miembros del Buró Político 12 habían estado en el anterior ejecutivo

Consciente de que el resultado de la elección de los nuevos órganos del partido no había cumplido con su exigencia de inyectar suficiente sangre nueva, Raúl Castro aseguró que el VI Congreso no era la última palabra. 'La elección es un primer paso, el proceso gradual de renovación y rejuvenecimiento de la cadena de cargos continuará', dijo. En enero del año que viene se celebrará una Conferencia Nacional donde podría haber más cambios, según dejó entrever el nuevo líder. Dirigiéndose a la única mujer que ha entrado en el Buró Político, la primera secretaria del PCC de La Habana Mercedes López, Castro dijo que esperaba que esta situación podría cambiar 'en nueve meses'.

Desde el exilio cubano en Miami coincidieron en que tanto la renuncia de Fidel Castro a la dirección del PCC como el plan de reformas económicas no es más que un mero 'cambio de forma', pero 'no de fondo'. Se trata de dos episodios que 'no cambian para nada la vida de los cubanos', dijo a la agencia Efe Omar López, director de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA).

En su carta, Fidel había dado su apoyo pleno a las medidas introducido por su hermano, incluyendo la propuesta más sorprendente durante el Congreso que es la limitación de los mandatos a dos ejercicios de cinco años.

Raúl: 'Es un primer paso de un proceso gradual de renovación'

Desde ayer, el líder histórico de la Revolución Cubana ya no ejerce ningún cargo en la isla, lo cual no le resta autoridad en ojos de sus compañeros. 'Fidel es Fidel, y no precisa de cargo alguno para ocupar siempre un lugar cimero en la historia en el presente y en el futuro de la nación cubana', declaró Raúl hacia el final de la clausura, una declaración que contrastaba con la modestia de la carta de Fidel en la que afirmaba que 'pienso que he recibido demasiados honores'. Fidel quiere dedicarse ahora a escribir libros, uno casi terminado sobre la batalla de Bahía de Cochinos, cuyo 50 aniversario sirvió como telón de fondo del cónclave y otro 'sobre un importante acontecimiento que vino después'.

Al igual que los mil delegados, el Comandante, que está a punto de cumplir 85 años, se mantuvo en pie cuando se tocaba La Internacional que dio punto final a lo que con toda probabilidad fue su último Congreso de partido.

Más de 300 medidas
Las más de 300 reformas presentadas suponen la mayor reestructuración económica desde que Fidel Castro nacionalizó las empresas cubanas en los años 60. Según el PCC, el 68% de las medidas han sufrido modificaciones tras consultar a la población civil.

Eliminación de la Cartilla
La cartilla de racionamiento, vigente desde 1962, que aporta alimentos básicos a precios altamente subvencionados será gradualmente eliminada.

Venta de coches y casas
Las reformas también autorizan la compra-venta de viviendas y coches por parte de particulares.

Menos funcionarios
Uno de los objetivos para ahorrar fondos será el recorte de las abultadas plantillas públicas hasta eliminar un millón de puestos de trabajo. También se quiere dar más autonomía a la gestión de las empresas estatales

Separación de poderes
Una de las medidas anunciadas es la separación de las estructuras del Partido Comunista de las del Gobierno, que se mezclan a todo nivel, desde los municipios hasta la presidencia de la República. 

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