Francia acaba de entrar en la siniestra lista de países donde el uso de la pistola eléctrica Taser por las fuerzas del orden causa muertes. Eso ocurrió la noche del lunes pasado en un barrio de la periferia oeste de París, cuando los agentes, para reducir a un hombre, utilizaron en dos ocasiones sus Taser X26 y sus descargas de 50.000 voltios. Era un maliense de 38 años que falleció instantes después, convirtiéndose en la primera víctima mortal del Taser en Francia.

El hombre, privado de papeles de residencia, malvivía compartiendo el apartamento de otra persona en una barriada de viviendas sociales. Llegaba el día de pagar el alquiler y el individuo no podía, por lo que estalló una pelea. La patrulla que se desplazó a la escalera declaró que se encontraron con 'un individuo furioso, de fuerte corpulencia, armado con un machete y un pequeño martillo', según los sindicatos de policía.

Los agentes emplearon sus Taser. Normalmente, la fuerte descarga eléctrica tira al individuo que la recibe al suelo y lo inmoviliza. Pero el maliense, según los agentes, siguió debatiéndose. Cuando lograron meterlo en el ascensor, el hombre sufrió una crisis y se desplomó. Los servicios médicos no pudieron reanimarlo.

La fiscalía se apresuró ayer a declarar pública y solemnemente, sólo con los resultados provisionales de la autopsia, que 'no hay una causa cierta, única y absoluta del fallecimiento', porque el hombre 'murió de una asfixia aguda y masiva por la inhalación de gases, ya que se encontró sangre en sus pulmones'.

Según Amnistía Internacional, más de 70 personas murieron en EEUU a causa del Taser. En Francia, la pistola está siendo generalizada por Nicolas Sarkozy, algo criticado por las asociaciones de derechos civiles.