'Si lo sé, habría pospuesto la autorización [para la construcción de 1.600 viviendas en Beitar Illit] una semana o dos, porque no teníamos la intención de provocar a nadie'. Es la peculiar manera de disculparse ante Estados Unidos de Eli Yishai, el ministro de Interior israelí.

Ayer, mientras el vicepresidente estadounidense Joe Biden anunciaba avances en el proceso de paz entre Israel y Palestina, el Gobierno israelí anunciaba la construcción de nuevos asentamientos en Jerusalén Este, lo que provocó el enfado considerable del Gobierno de EEUU.

El propio Biden, todavía en Israel, condenó el anuncio de la construcción. 'Es el tipo de iniciativa que socava la confianza que necesitamos', dijo en un comunicado. Yishai no se mostró arrepentido por el hecho en sí de los asentamientos. Se limitó a pedir perdón 'por las molestias' y reiteró que 'si los técnicos hubieran sabido lo que podía pasar, no se habría actuado así'.

Una vez más, los esfuerzos de EEUU por impulsar el proceso de paz quedan en evidencia por este tipo de cosas.

Netanyahu ordenó en noviembre una paralización de 10 meses en el comienzo de nuevas construcciones en los asentamientos en Cisjordania. Sin embargo, excluyó a las zonas que Israel considera parte de Jerusalén y los proyectos para casas judías en el sector este de la ciudad capturado en 1967.

Los palestinos han pedido una congelación total de los asentamientos como condición para reanudar las conversaciones de paz suspendidas desde diciembre de 2008. 'Se ha enviado el mensaje a Biden y a los estadounidenses de que no había intención de desacreditarles', dijo un alto cargo israelí. 'Nos quedamos sinceramente sorprendidos, tan sorprendidos como los estadounidenses', informa Reuters.

Netanyahu tampoco ha dado ningún paso para revertir la decisión.

La ONU condenó ayer el nuevo anunció por medio de su secretario general. Ban Ki Moon, recordó a Israel que 'los asentamientos son ilegales bajo la ley internacional y además, socava todos los esfuerzos por hacer que el proceso de paz sea viable'.

La Unión Europea, a través de Catherine Ashton, se unió a la condena hecha por Biden.

Desde Palestina, esta mañanael primer ministro Salam Fayyad trasladó a Biden su preocupación y aseguró que el anuncio de Israel 'daña por completo las negociaciones'.

El vicepresidente de EEUU está hoy manteniendo una serie de reuniones con los líderes palestinos.