La temperatura de la relación entre Argentina y Estados Unidos ha bajado unos grados a raíz de la nueva visita de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a América Latina y unas declaraciones polémicas por parte de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre su colega Barack Obama. Clinton realizará la próxima semana una gira por varios países de la región, pero no pisará Argentina, algo que ha sido entendido en Buenos Aires como un claro distanciamiento entre ambos países que no tiene visos de mejorar.

Clinton pretende acercarse al Cono Sur para dialogar sobre competitividad, asuntos de seguridad pública y política social. En su reunión con el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, la secretaria de Estado intentará, además, recabar su apoyo para establecer nuevas sanciones contra Irán por su programa nuclear.

No obstante, el secretario de Estado adjunto para Latinoamérica, Arturo Valenzuela, confirmó ayer que está programado un encuentro oficial entre Clinton y la presidenta argentina en Montevideo, cuando ambas asistan a la toma de posesión del presidente electo de Uruguay, José Mujica.

En medio de esta situación, la cadena CNN ha dado a conocer un reportaje sobre Fernández, grabado durante la Cumbre de Río que se celebró esta semana en México. En él la jefa de Estado criticaba a su homólogo estadounidense por no cumplir con las expectativas que había creado. La presidenta señaló que 'aunque nadie esperaba un príncipe en un corcel blanco', quedaba como remanente 'una sensación de oportunidad perdida'.

Valenzuela respondió que 'cada uno puede tener su propia opinión sobre la política exterior de EEUU y sobre el éxito o la falta de éxito' de la misma. Insistió que Obama es 'probablemente la figura política más popular en todos los países de la región'.

El subsecretario de EEUU defendió la política de su país hacia el continente de las críticas de Kirchner: 'Simplemente estamos en desacuerdo. Hemos tenido una relación muy importante durante el año pasado con países de la región, pero hemos tenido que centrarnos en dos crisis muy difíciles e importantes, como el golpe de Estado en Honduras y el terremoto en Haití'.