La Policía alemana ha reforzado la vigilancia en estaciones y aeropuertos a raíz de la difusión de un vídeo en el que Bekkay Harrach, un islamista germano-marroquí, amenaza con atentados en Alemania en nombre de Al Qaeda a una semana de las elecciones federales.

'Si la mayoría del pueblo alemán no mueve a los partidos a retirar a sus soldados de Afganistán, habrá un mal despertar después de las elecciones', amenaza Harrach con voz suave y gesto apacible en este vídeo, difundido el viernes en Internet. 'Si el pueblo alemán se decide por la guerra, habrá dictado su propia sentencia', añade.

Ningún partido alemán quiere retirar inmediatamente a los 4.340 soldados de Afganistán. Incluso Die Linke (La Izquierda), a pesar de sus carteles con la reclamación '¡Fuera de Afganistán!', ha precisado que la retirada tiene que ser ordenada y paso a paso.

Harrach recomienda a los musulmanes residentes en Alemania que durante las dos semanas siguientes a la cita electoral del próximo domingo no salgan de sus casas a no ser que tengan que hacer algo imprescindible, y que no dejen solos a sus niños. Se trata del tercer vídeo amenazador de Harrach desde el pasado enero. El comunicado dura una escasa media hora y lleva el título de 'Seguridad: un destino compartido'. La novedad es que el islamista no se presenta esta vez con pasamontañas y un lanzacohetes en la mano, sino recién afeitado, con cabello largo engominado y vestido con americana oscura, camisa blanca y corbata azul, y con una cortina roja de fondo. Aclara que desea 'mostrarse de forma reconocible' en agradecimiento a Alemania por no participar en la guerra de Irak y por la ayuda consular que le prestaron las autoridades germanas en varias ocasiones.

De Harrach, quien se da a conocer en los vídeos como 'Abú Talah, el alemán', sólo se sabe que nació en Marruecos, tiene pasaporte alemán y vivió la mayor parte de su vida en Bonn. Informaciones de la prensa alemana coinciden en señalar que frecuentó allí la Academia Rey Fahd, una escuela financiada por Arabia Saudí que las autoridades vigilan desde 2003, cuando la Policía constató que sus libros de texto ensalzaban el martirio y propagaban el odio contra judíos y cristianos.

En el vídeo, Harrach da las gracias a Alemania por tres motivos. Primero, por organizarle la asistencia médica necesaria cuando resultó herido por soldados israelíes en Hebrón (Cisjordania) en 2003. Segundo, por ayudarle a salir de la cárcel en Siria en una ocasión, y tercero, por no impedir a su mujer, una alemana convertida al islam, y al hijo de ambos salir de Alemania para irse a vivir con él a la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán.