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Irán detiene a "cinco espías europeos"

Los califica de cabecillas de las manifestaciones y el Parlamento se replantea su relación con el Reino Unido

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Irán sigue con su caza de brujas después de que el Consejo de Guardianes anunciara esta mañana que hubo irregularidades en los comicios del día 12. En una información difundida por la agencia estatal Fars, el régimen de Ahmadineyad dice haber detenido a cinco europeos: dos alemanes, un británico y dos franceses, que figuarn en una lista 'entre los principales activistas de los disturbios del pasado sábado en Teherán'.

Las autoridades iraníes han acusado en los últimos días a los países occidentales, especialmente al Reino Unido y EEUU, de interferir en los asuntos internos de Irán al poner en entredicho a la limpieza de las elecciones. Durante un discurso, el presidente Ahmadineyad acusó abiertamente a ambos países de promover las revueltas. 'Con estas opiniones prematuras os saldréis con toda seguridad del círculo de los amigos de Irán, así que os aconsejo enmendar vuestra postura intervencionista', dijo ayer el líder del régimen.

El pasado viernes, el líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei, ya dejó caer que su país tenía constancia de que algunas potencias extranjeras estaban alentando a la oposición a manisfestarse contra el Gobierno.

Esta mañana, el parlamento iraní llamó al ministro de Asuntos Exteriores, Hasan Qashqavi, a reconsiderar los lazos del país con el Reino Unido, según la agencia ISNA, que se hizo eco de las palabras de Kazem Jalali, portavoz de la cámara: 'Los miembros de la comisión de seguridad nacional y asuntos exteriores son bastante escépticos con la relación que nos une a Gran Bretaña y han pedido al ministro de Exteriores que reconsidere los lazos con ese país'.

Ayer, en un claro cambio de política con respecto a las islas, el régimen expulsó al corresponsal de la BBC en Teherán, John Leyne y detuvo al corresponsal de Newsweek, Maziar Bahari, que tiene nacionalidad canadiense. Además, Reporteros Sin Fronteras ha denunciado el arresto de casi una treintena de periodistas iraníes en los últimos días.

La Policía, que prohibió a los medios extranjeros acudir a las manifestaciones de protesta convocadas por la oposición a Ahmadineyad, ha llevado a cabo en los últimos días varias detenciones contra líderes de la oposición. Entre ellos se encontraba la hija del ex presidente Rasfanyani, que fue liberada esta mañana.

Y dentro de esa lucha contra la prensa extranjera, el régimen acusó este lunes a los medios de exagerar la situación en el país para crear disturbios y de lanzar una 'guerra cibernética' para manchar la imagen de Irán.

El propio Qashqavi dijo hoy que la prensa extranjera 'ha elegido lanzar ataques contra las páginas iraníes de noticias en Internet para crear una grave brecha entre el Gobierno y el pueblo. En las elecciones participaron 40 millones de personas. No permitiremos que convirtáis este diamante en una piedra en manos de personas que quieren lanzarla para romper las ventanas de su propio país', advirtió.

Las imágenes de la muerte el pasado sábado de una de ellas, Neda, grabadas en un teléfono móvil y colgadas posteriormente en Internet, han dado la vuelta al mundo y han convertido a la joven en un símbolo de la revuelta reformista.

El primer país que se ha pronunciado por este cambio de relaciones con Occidente ha sido Alemania. Este mediodía, el Gobierno de Angela Merkel pidió explicaciones  al embajador iraní en Berlín diciéndole que su país no ha incurrido en ningún caso en injerencia al reclamar el esclarecimiento de las presuntas irregularidades en las pasadas elecciones, el cese de la violencia de las manifestaciones o el libre ejercicio del derecho a la información, dijo el portavoz del Gobierno, Ulrich Wilhelm.

Tanto la canciller, Angela Merkel, como su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, han insistido en los últimos días en que se realice una revisión a fondo de los resultados y han condenado repetidamente la represión violenta de la manifestaciones.

Steinmeier convocó ya el domingo siguiente a las elecciones al embajador iraní en Berlín para transmitirle la preocupación de su Gobierno por la situación, a lo que siguieron requerimientos similares casi a diario desde Exteriores o desde la Cancillería hacia el régimen de Teherán.

Por su parte, Francia no tiene constancia hasta el momento de que ninguno de sus ciudadanos en suelo iraní haya sido detenido, según un comunicado del Elíseo.

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