Nada menos que 33 procesos judiciales a sus espaldas. Constantes amenazas de muertes. Agresiones. Y una brutal presión de la élite amazónica (y brasileña) para que deje de publicar su Jornal Pessoal (periódico personal), una auténtica piedra en el zapato de los poderosos. Lúcio Flávio comenzó hace 21 años a publicar esta especie de newsletter quincenal en Belém, la metrópoli más influyente de la Amazonia porque 'no encontraba las noticias más importantes de cada día en los medios'.
Por eso, decidió emular al estadounidense Isidor Feinstein Stone, autor del legendario I. F. Stone's Weekly (publicado en Washington entre 1953 y 1971), cuando el periódico O Liberal le censuró un reportaje que salpicaba a uno de los principales anunciantes.
Desde entonces, contra viento, marea, censuras y amenazas, Lúcio Flávio edita su Jornal Pessoal, antepasado cercano del blog, la referencia informativa más prestigiosa sobre la Amazonia. Este cronista -que afirma que 'la Amazonia es una mafiosa Sicilia verde'-, ganó la Paloma de Oro por la Paz en 1997 en Roma, y el premio a la Libertad de Prensa 2005 del Comité para la Protección de los Periodistas de Nueva York.
Abandonó la prensa de gran tirada en 1988, después de 22 años de profesión. ¿Por qué?
La gota que colmó el vaso fue el asesinato del diputado Paulo Fonteles, un gran defensor de la causa campesina. Presenté un reportaje a O Liberal donde probaba la responsabilidad de dos grandes empresarios. Me dijeron que no podían publicarlo. Lo hice en el Jornal Pessoal. Las imprentas dejaron de querer imprimirlo. Sólo el grupo Liberal me ha procesado 19 veces.
¿Por qué motivos?
Me acusan de 'crimen de prensa'. Nunca nadie ha querido desmentir lo que publico, porque tengo sobradas pruebas. Los procesos me quitan un 80% de mi tiempo. Me siento en una prisión domiciliaria. No puedo viajar porque abren otro proceso, tengo que presentarme en persona para recurrirlo y evitar ir a la cárcel. Es increíble. Durante toda la dictadura sólo me procesaron una vez y fui absuelto. En la era democrática acumulo 33 procesos, he sido condenado cuatro veces. Y nunca por publicar nada falso.
¿Que intereses hay detrás de sus denunciantes?
Son madereros, mafiosos, constructores, políticos. La élite de Pará y Brasil. En 1991, asesinaron a Bruno Vira Matos, un joven de la élite local. Descubrí que tenía relación con el tráfico de drogas. Fui a la rueda de prensa y le dije al comisario que quería una conversación en off (confidencial). Los periodistas dijeron que querían estar. Les dije que sí, si publicaban lo que hablásemos. Todos se fueron. Fue el momento más triste de mi carrera.
¿Censura o autocensura?
El periodista se anticipa a las ideas del patrón, ni intenta publicar. Da por hecho que hay intereses publicitarios o políticos incuestionables. Los periodistas quieren ser presentadores de televisión. En Brasil, la prensa asumió la función colonial ante la frontera amazónica, favoreciendo a las multinacionales. Se niega a tratar temas incómodos. La prensa de Pará no publicó el desfalco del Banco de la Amazonia, en 1987. Fueron 30 millones de dólares de la época. Sólo el Jornal Pessoal lo publicó.
¿Cómo se vive amenazado de muerte constantemente?
Algunas son llamadas telefónicas anónimas. Otras son amenazas más serias. Me he llevado muchas decepciones. Una vez una persona del entorno del ahora senador Jader Barbalho me amenazó de muerte. Llamé personalmente a Jader y como tenía tantas pruebas contra él, y lo iba a dejar por escrito, paró. Desgraciadamente, en la Amazonia se puede asesinar al pistolero que va a matar a alguien, pero no detener el crimen.
Uno de sus procesos es el del Ronaldo Maiorama, del grupo ‘O Liberal'. Él agredió y después le denunció.
Sí, corro el riesgo de ser condenado por lastimar su puño con mi rostro. Ronaldo me agredió por detrás, en un restaurante, delante de 150 personas. Es la primera vez en que el agresor va a la Justicia contra el agredido.
Jornal Pessoal no le proporciona lucro económico. ¿Por qué lo sigue publicando?
Para contar la verdad, desde la independencia. La historia pasa muy rápido y los pueblos de la Amazonia no saben lo que está pasando aquí. Un ejemplo. El 8 de marzo de 1991 faltó energía durante 12 horas. Descubrí que se debía a un caso de corrupción de Eletronorte. Alguien desvió dinero y compró piezas de baja calidad para la presa de Tucurui. La Bolsa de Londres, al día siguiente, sabía qué había pasado. Aquí, nadie.
No acepta publicidad en el Jornal Pessoal.
Es básico para ser independiente. La prensa es un rehén de sus anunciantes. Un amigo constructor quiso ayudarme en el segundo número del Jornal. Le dije: ¿Estás seguro? Esperó un número más. Saqué un caso de corrupción de su constructora...
¿La situación, 20 años después, ha mejorado?
No. La Amazonia está colonizada porque las grandes decisiones son tomadas fuera de la Amazonia para atender intereses externos. Si conseguimos proporcionar al ciudadano informaciones vitales, tal vez consigamos parar la reedición de los enredos colonialistas que prevalecieron en África o en Asia.
¿Siente apoyo dentro y fuera de Brasil?
Con el Jornal Pessoal pierdo dinero y gano enemigos. Los premios internacionales fueron importantes. Cuando recogí la Paloma de la paz, en Roma, la embajada brasileña envió a un funcionario. Un senador italiano importante le preguntó: ¿Es usted el embajador? ¿El segundo? Al darse cuenta que era un don nadie, le dio la espalda. El Gobierno brasileño quedó en ridículo. Pero el presidente (Fernando Henrique Cardoso) no me apoyó, no podía apoyar a un periodista que va en contra de tantos intereses.
¿No siente tentación de abrir un blog? El JP podría ser su antepasado...
Es importante la presencia física en los quioscos, para hacer presión. Además del gran placer de ver mi periodiquito, de 12 páginas, sin fotos ni grandes despliegues, al lado de los grandes diarios. Creo que hay mucha superficialidad en los blogs, que no se llevan en serio. Yo cuelgo el Jornal Pessoal ahora en mi página web, pero con dos semanas de retraso.
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