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Unas 100.000 personas protestan contra Netanyahu en Jerusalén y piden elecciones anticipadas

Entre los manifestantes había familiares de los rehenes israelíes en Gaza y soldados que pedían que los jóvenes estudiantes de centros ultraortodoxos también cumplan el servicio militar.

La Policía arrastra a uno de los manifestactes de la movilización de este domingo en Jerusalén.
La Policía arrastra a uno de los manifestactes de la movilización de este domingo en Jerusalén. Ilia Yefimovich / Europa Press

Unas 100.000 personas, según los organizadores, se congregaron este domingo en Jerusalén para protestar contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y pedir elecciones anticipadas por su gestión en la invasión de Palestina, que comenzó unos seis meses atrás. Se trata de la protesta más multitudinaria en Israel desde que comenzaron los ataques.

La protesta podría prolongarse durante cuatro días, ya que los manifestantes han planeado instalarse en tiendas de campaña frente al Parlamento. Además, dicha manifestación aglutina a diversos movimientos y grupos israelíes, entre ellos, decenas de soldados que piden que se reclute a los estudiantes de yeshivá (escuelas judías).

Por primera vez, familiares de los rehenes secuestrados por Hamás en Gaza se unieron a la protesta y reclamaron, además, un acuerdo que facilite la liberación de los 130 cautivos que aún permanecen en el enclave. "Si no puede traerlos de vuelta, dé un paso al lado, váyase. Necesitamos a alguien en su lugar que sí pueda hacerlo", afirmó la hija de Hanna Katzir, una de las rehenes liberadas durante la tregua de siete días acordada entre Israel y Hamás el pasado noviembre.

La oposición a Netanyahu

El primer ministro israelí, en declaraciones a los medios mientras tenía lugar la marcha, aseguró que convocar elecciones anticipadas solo serviría para paralizar las negociaciones para liberar a los secuestrados. "El primero en agradecerlo sería Hamás", indicó. Además, garantizó que está haciendo todo lo posible para traer de vuelta a los rehenes, pero que las exigencias del grupo islamista en las negociaciones en Catar "son un peligro para la seguridad nacional".

Los manifestantes, en cambio, no piensan igual. "Netanyahu no quiere que los rehenes vuelvan a casa porque sabe que en ese caso tendría que hacer frente a juicios pendientes y puede ir a la cárcel. Por eso, está prolongando tanto esta guerra", explicó Maya Gal, de 70 años, que este domingo participó en la marcha contra el Gobierno. Según ella, al mandatario "no le importan ni los soldados ni los rehenes, solo sus intereses políticos".

El jefe de la oposición a Netanyahu, Yair Lapid, criticó la decisión de las autoridades de no cancelar las vacaciones de primavera de la Knéset (Parlamento), que duran seis semanas y comienzan el próximo 7 de abril. "No tenemos descanso para la gente que está luchando en Gaza. ¿Por qué debería la Knéset irse de vacaciones en un momento así?", dijo Lapid durante un discurso en la protesta.

 El "deber militar"

Desde hace décadas, los jóvenes ultraortodoxos en edad militar han podido evitar ser reclutados si estaban inscritos en colegios donde se estudia la Torá. Así, conseguían llegar hasta los 26 años, actual edad de exención militar, sin tener que alistarse. Ahora bien, una disposición gubernamental hacía que, a partir de la medianoche de este domingo, los ultraortodoxos pudieran comenzar a ser reclutados.

Tras la movilización masiva de 287.000 soldados para la guerra en Gaza y el despliegue de batallones tanto en la frontera con Líbano como en el territorio ocupado de Cisjordania, muchos israelíes piden a Netanyahu que todos los jóvenes en Israel cumplan con su "deber militar". Sin embargo, esto pone en una disyuntiva al Gobierno, que cuenta con el apoyo vital de varios partidos ultraortodoxos.

El Ejército israelí ha destruido el hospital de Shifa 

El Ejército israelí se retiró la madrugada de este lunes del hospital de Shifa, el más grande del enclave palestino, tras dos semanas de asedio. Las autoridades israelíes aseguran que se mataron a unos 200 milicianos, se interrogaron a unos 800 y se detuvieron a unos 500 miembros de Hamás y la Yihad Islámica. "Las fuerzas israelíes completaron sus actividades operativas precisas entorno al hospital Shifa y abandonaron el área del hospital", confirmó un comunicado castrense.

Para Israel esta es una de las operaciones más "exitosas" que han llevado a cabo desde el inicio de la guerra, el pasado 7 de octubre, por la alta cifra de presuntos "terroristas" que han logrado capturar. Se trata de la cuarta incursión contra uno de los pocos hospitales parcialmente operativos en el norte de la Franja, donde aseguran que se estaban "reagrupando" las tropas gazatíes.

Además, insisten en que sus operaciones militares no han ido dirigidas contra "pacientes, personal sanitario ni equipo médicos". Sin embargo, el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, denunció que esta incursión de las tropas ha dejado al menos a 400 muertos en toda la zona y unos 107 pacientes, la mayoría en estado crítico, fueron trasladados a un antiguo edificio del hospital "sin capacidad" para acogerlos.

"El ejército está matando de hambre a los pacientes y al personal asediado sin proporcionarles alimentos ni agua potable durante días", denunciaron médicos del hospital. Además, añadieron que los acompañantes de muchos pacientes han sido "ejecutados, arrestados o desplazados al sur" por orden de las tropas israelíes.

El hospital ha quedado totalmente fuera de servicio. "La destrucción del complejo hace que sea imposible retomar el trabajo y el hospital ha quedado totalmente fuera de servicio", afirmó a los medios el director del hospital, Marwan Abu Saada.

El genocidio y ataques al periodismo

En Palestina, alrededor de una decena de periodistas resultaron heridos en el bombardeo israelí sobre el patio del Hospital Mártires de al Aqsa, el más importante del área central de Gaza. El número de periodistas que ha muerto en Gaza desde el comienzo de la guerra ascendió este domingo a 137, después de que un fotoperiodista que trabajaba para varios medios falleciera cuando bombardearon su casa.

Cerca de 32.800 personas han muerto desde el inicio del conflicto y más del 70% de ellas son mujeres y niños. Además, el Ministerio de Sanidad gazatí estima que una treintena de niños ha muerto por desnutrición.

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