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Gaza resiste a duras penas

Israel reanudará el suministro de combustible para impedir una catástrofe humanitaria

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Los accesos a la única planta eléctrica de Gaza llaman la atención por su pulcritud, con sus hermosos árboles, su césped cuidado y el asfalto reluciente, una limpieza extrema que desentona con el caos y el desorden que reina en el resto de la franja.

'Esta mañana han venido varios ingenieros de la ONU para comprobar que nuestros tanques estaban vacíos. Seguramente los ha enviado Israel, que quiere asegurarse de que no mentimos', comenta el ingeniero Sami Yalal a media mañana, sentado en su oficina sin otra ocupación que ver discurrir el tiempo.'Nos hemos quedado sin combustible. Sólo tenemos para producir la energía que consumimos nosotros', aclara señalando el fluorescente que ilumina la habitación.

Los tanques de la planta son depósitos enormes, con capacidad para muchos metros cúbicos de combustible. Sin embargo, no se llenan nunca por motivos que curiosamente obedecen a intereses israelíes y palestinos.

Los palestinos no quieren llenarlos porque temen que en una situación de crisis los bombardee la aviación enemiga. Los israelíes prefieren mantenerlos vacíos para poder cortar el suministro cuando les convenga, de un día para otro, como ha ocurrido esta vez.La única planta de Gaza, que suministra electricidad a casi el 35% de la población de la franja, está cerrada desde las 8 de la tarde del domingo, cuando agotó el combustible. Desde entonces no hay corriente en el norte de la franja, incluida la ciudad de Gaza, aunque sí que hay electricidad en el centro y en el sur.

Suministros israelíes

Esto se debe a que Israel, y en menor medida Egipto, suministran directamente energía a las zonas que no se pueden cubrir con los 50 megavatios que produce la planta.'Esta planta podría producir 140 megavatios pero en junio pasado los israelíes destruyeron los ocho transformadores que teníamos y sólo hemos repuesto cinco, que son de menor calidad', explica Yalal.

'En realidad nuestra capacidad actual sería de 80 megavatios, y podríamos producir esa cantidad si recibiéramos todo el combustible que necesitamos', continúa el ingeniero. Israel proporciona el 60% de la electricidad de Gaza, aunque no siempre lo hace ya que a veces su demanda interna es tan grande que apenas puede abastecer su propio consumo, como está ocurriendo estos días debido a la ola de frío.Como sea que entre Israel y el Gobierno de Hamás no hay contactos, ayer se celebró una reunión en Jerusalén entre representantes israelíes y de la Unión Europea para analizar la situación, aunque no trascendió nada del encuentro.

Fuentes del Ejército israelí han dicho a la prensa que no esperaban que el corte del combustible repercutiera tan negativamente en la franja, admitiendo de esta manera que han cometido un error. Pero el Gobierno de Ehud Olmert no ha mostrado la menor preocupación. 'En cuanto a mí, los habitantes de Gaza pueden caminar si no tienen gasolina para sus coches porque tienen un Gobierno asesino y terrorista que no deja vivir en paz a la gente del sur de Israel', dijo ayer Olmert.

Y lo cierto es que pronto va a llegar ese momento puesto que ayer las gasolineras de Gaza estaban cerradas por falta de combustible. Los pocos vehículos que circulaban tendrán que detenerse cuando se les termine la gasolina que almacenan en el depósito.

Acusaciones 

Las autoridades israelíes han acusado a Hamás de simular una crisis que no existe con el fin de ganarse la simpatía de la comunidad internacional. Pero anoche un portavoz del ministro de Defensa, Ehud Barak, manifestó que el suministro de combustible y medicinas se reanudará a partir de hoy. La inmensa mayoría de las panaderías de la franja no abrieron ayer sus puertas porque carecen de energía y de harina. En algunas zonas el precio del pan se ha triplicado. Y la mayoría de la población está desempleada y su poder adquisitivo es prácticamente nulo.

La crisis afecta especialmente a los hospitales del norte de la franja que se han quedado sin electricidad y funcionan con generadores impulsados por el combustible que han almacenado. El mayor hospital de la zona, Al-Shifa, que atiende a pacientes de toda Gaza, no es una excepción. Está abarrotado y apenas da abasto para acoger a todos los enfermos que llegan a sus puertas.

'Necesitamos con urgencia cien medicamentos que Israel no deja introducir. Especialmente medicinas para enfermos de cáncer y pacientes que necesitan diálisis', explica el doctor Raid al-Arini.'A causa del bloqueo está muriendo gente a diario. En las últimas 24 horas han muerto cinco personas. La mayoría tenía problemas respiratorios'.'A quien mata a mujeres, niños y ancianos no le preocupa si nos llegan o no las medicinas. El viernes los israelíes destruyeron el Ministerio del Interior. Hubo 35 niños heridos. ¿Cómo les va a preocupar si tenemos o no medicinas?', pregunta Arini.

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