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Chávez anuncia una reunión con el Príncipe de Asturias

El encuentro se producirá en Buenos Aires en la investidura de Kirchner.

GORKA CASTILLO

La derrota ablanda los ánimos. Al menos los del presidente venezolano, Hugo Chávez, sufrieron ayer una ligera transformación al asegurar que se reunirá con el príncipe Felipe el próximo 10 de diciembre en Argentina para limar los diferencias que tuvo con el rey durante la Cumbre Iberoamericana de Santiago.

Ambos dignatarios coincidirán en Buenos Aires durante los actos de investidura de Cristina Kirchner como presidenta argentina. 'Tengo un gran respeto por el príncipe de España, que hace un tiempo nos visitó y dejó aquí un grato recuerdo. He aceptado la invitación que me han enviado', afirmó Chávez durante un encuentro celebrado ayer con los altos mandos de las Fuerzas Armadas venezolanas.

Felipe de Borbón viajó a Venezuela en diciembre 1999 a raíz de la tragedia ocurrida en el barrio caraqueño de Vargas donde una avalancha de tierra causó miles de muertos.

La Casa Real española desmintió inicialmente que esa reunión vaya a producirse. Sin embargo, horas más tarde fuentes del Ministerio de Exteriores informaron que 'es probable que se celebre un encuentro' y que ha habido contactos sobre este asunto entre el ministro Moratinos y el embajador venezolano.

Para justificar su nueva actitud, Chávez anunció que, tras el referéndum, 'recibí felicitaciones' de la Corona 'por el ejercicio democrático que hicimos'.

Las cancillerías de ambos países llevan semanas trabajando a destajo para normalizar la inquietante situación diplomática entre España y Venezuela. Algunas fuentes apuntaron hace días la posibilidad de que el deshielo entre ambos países comience en la toma de posesión de Cristina Kirchner.

El pasado sábado, en vísperas del referéndum, Chávez indicó que no era suficiente la disculpa privada que, según él, recibió de la Zarzuela a través de su ministro de Exteriores.

El presidente venezolano exigió una disculpa pública. 'No pretendo que el rey se quite la corona, ni tampoco que se arrodille pidiendo perdón. Pido respeto a otro jefe de Estado que es el representante legítimo de su pueblo', señaló.

Falta concretar la fórmula de reparación que aceptará Chávez para zanjar una controversia que mantiene en vilo a muchas empresas españolas establecidas en Venezuela. Algunas fuentes aseguran que podría servir un simple gesto de confianza hacia el proceso político venezolano.

Respecto al rechazo a su propuesta de reformar la Constitución, Chávez volvió a ser el de siempre al calificar de 'victoria de mierda' la de la oposición, mientras que la suya 'fue una derrota de coraje'.

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