La aspirante demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Hillary Clinton, definió ayer como 'un escándalo' una sentencia del Tribunal General de Arabia Saudí por la que se eleva a 200 latigazos y seis meses de cárcel la condena a una joven saudí de 19 años que en 2006 fue raptada y violada por seis hombres.

La víctima fue condenada inicialmente a recibir 90 latigazos porque en el momento del rapto se encontraba a solas con un hombre en su coche, lo que transgrede la interpretación retrógrada de la ley islámica, la sharía, en la que se basa el Código Penal saudí.

En un comunicado, Hillary Clinton afea la conducta de la Administración Bush, 'que se ha negado a condenar la sentencia y ha asegurado que no interferirá en una decisión interna' de Arabia Saudí.

Este país es uno de los principales aliados de Estados Unidos en Oriente Próximo.

La aspirante demócrata insta también al presidente Bush a que haga valer su influencia ante el rey Abdalá y le pida que se retiren los cargos contra la víctima de la violación.

Ante el revuelo mediático generado por una justicia que castiga a la víctima, el Ministerio de Justicia saudí intentó el martes salir al paso de
las críticas.

En un comunicado, esta institución no sólo no desautorizó el aumento de la condena de la víctima, sino que la respaldó al asegurar que 'el sistema saudí permite apelar a cualquiera que tenga objeciones sobre un veredicto'.

El texto precisa que para ello no es necesario 'recurrir a los medios de comunicación'. Esta alusión apunta en la línea de que el veredicto
del Tribunal General, que duplica con creces la sentencia inicial, es una medida de represalia contra la mujer por su decisión de denunciar su caso en los medios de comunicación.

Una fuente del tribunal confirmó al diario Arab News que ese fue el motivo del aumento de una condena, que además lleva aparejada el importante estigma social que los países árabe se asocia aún a la flagelación.

La víctima no ha sido la única que ha sufrido represalias. También su abogado defensor, Abdurahman al Lahim, ha sido objeto de las iras del régimen saudí.

Su licencia ha sido revocada y deberá comparecer ante una comisión disciplinaria.El Tribunal ha revisado las condenas de los violadores, que iban de los dos a los tres años de cárcel y ahora oscilan entre dos y nueve años.