¿Qué es el Skiplagging y por qué suele estar prohibido?

Hunter Parsons, un chico de 17 años de Charlotte, es advertido en el aeropuerto regional de Gainesville en Florida por los agentes de la aerolínea en la que va a volar. “¿Por qué vuela a Nueva York si su ciudad natal es Charlotte?”. Imaginamos que el bueno de Hunter quedaría blanco y sin palabras: le habían cazado, estaba intentando hacer skiplagging

Se trata de una artimaña aplicada en la compra de vuelos que tiene por objetivo pagar menos dinero aprovechando los recovecos de las a menudo enrevesadas estrategias de las aerolíneas para obtener el mayor beneficio posible de su negocio. O, dicho de otra manera: si tú me cobras precios abusivos por volar a determinados destinos yo intento buscarte las cosquillas. A ver quién gana. Pero esta “contienda”, como cualquier otra, tiene sus riesgos. Sobre todo cuando te enfrentas a poderosísimas multinacionales. Te lo contamos. 

‘Skiplagging’: el que no corre, vuela 

Pasear en avión
Fuente: Unsplash/Lufti Gaos

Puede que un futuro no muy lejano solo puedan viajar más allá de su barrio unos pocos elegidos. Pero, mientras tanto, la familia Parsons decidió que quería seguir intentando salir de vez en cuando de Charlotte en Carolina del Norte (Estados Unidos). Y descubrieron el skiplagging, los vuelos con ciudad oculta.  

Consiste en buscar vuelos con escala, como muchos nos hemos visto obligados a hacer por obligación en numerosas ocasiones. Pero el truco reside en descartar el destino final, quedándose tan solo con la escala, verdadero destino del viajero. ¿Por qué tanta complicación? Para pagar menos dinero, por supuesto.  

Y es así como Hunter buscó desde Florida un vuelo a Nueva York con escala en Charlotte. Pero no tenía ninguna intención de ver la Estatua de la Libertad ni pasear por Central Park, lo que quería era volver a casa con su familia en Charlotte.

Lo sorprendente para el no iniciado en las artes del skiplagging es que si Hunter reserva un vuelo directo de Florida a Charlotte le sale más caro (unos 300 dólares más) que si reserva uno a Nueva York con escala en Charlotte. Pero, ¿cómo es posible? ¿Si son dos vuelos en vez de uno y la huella de carbono es mucho mayor?  

Aquí ya entra en juego el ininteligible mundo de las aerolíneas y sus estrategias comerciales, además de las propias normativas oficiales que estipulan el número de vuelos que pueden despegar desde un aeropuerto que incluyen el reparto de los slots: son las autorizaciones administrativas para la entrada o salida dentro de un horario establecido y que tantos quebraderos dieron durante la pandemia, lo que supuso que las aerolíneas tuvieran que lanzar vuelos vacíos para mantener posiciones en grandes aeropuertos. 

Skiplagging
Ejemplo de ‘skiplagging’ según la web skiplagged.com

Y todo esto tiene mucho que ver con el recelo que tienen estas aerolíneas con respecto al skiplagging: no quieren, de ningún modo, asientos vacíos porque eso supone una pérdida de dinero, sobre todo si otro cliente puede pagar y ocupar ese asiento que queda libre porque chicos como Hunter les hacen la trece catorce. 

Así pues, si, por ejemplo, quieres viajar a París para hacer la ruta Balenciaga pero está muy caro, siempre puedes probar a buscar un vuelo con escala en París y destino indefinido y tal vez encuentres algo más barato. Cuando llegues a París, te vas del aeropuerto ahorrando unos euros. Ahora bien, te puede pasar como a Hunter, que alguien te diga: “perdone, ¿usted no iba a Helsinki?”, mientras tratas de ocultar como puedes tu guía de París.  

Los riesgos del ‘skiplagging’

Mujer en aeropuerto
Mujer en aeropuerto/Foto: Pixabay

Seguro que nunca has leído hasta el final el conjunto de normas que incluye un billete de avión. Como sabrás, las empresas se quieren guardar las espaldas ante cualquier situación que afecte tanto a la seguridad como a la rentabilidad de su negocio y todo ello se estipula en la letra pequeña de los billetes. 

Entre sus normas, más o menos insólitas, está el hecho de que una aerolínea te puede vetar permanentemente, como esos bares en los que ya no podías entrar por la noche por sucesos que no conseguías recordar. Pero seguro que en este caso si recordarás que trataste de engañar a la compañía volando a París haciendo skiplagging

Por supuesto, que te cacen como a Hunter es una pequeña posibilidad, pero existe, sobre todo si haces lo mismo en repetidas ocasiones usando la misma compañía y la misma ruta. Según el propio chico declaró, American Airlines le anunció un veto por tres años.  

Así mismo, las compañías también pueden presentar acciones legales contra ti si incumples alguna de las normas que tú mismo te comprometes a cumplir cuando adquieres un billete. Y eso es importante tenerlo en cuenta, más allá de los engaños más o menos justificados: cuando adquieres un billete, firmas una suerte de “contrato” con la compañía y sus normas. Si las incumples, debes asumir sus consecuencias, o asumir que quizás te toque buscar un abogado.  

Pero más allá de estas remotas posibilidades, el skiplagging también exige una serie de precauciones en el viajero, especialmente con la maleta: no puedes facturarla porque acabará en Helsinki en vez de en París. No olvides que las maletas van al destino final, no bajándose en la escala que hace el pasajero.  

Así mismo, no es una estrategia válida para un vuelo de ida y vuelta ya que el de vuelta sería cancelado si no haces uso completo del vuelo de ida. Por eso, generalmente, los expertos en skiplagging lo aplican en vuelos solo de ida para (intentar) volver a casa… como Hunter. 

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