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Cómo superar el primer día de colegio de tu hijo

Llega septiembre y, con él, el primer día de colegio. Este puede vivirse como un auténtico drama por parte de los peques de la casa y hay que hacer todo lo posible para que no sea así. En nuestra mano está minimizar lo que pueda afectarles la situación para que la sobrelleve del mejor modo posible y vuelvan con alegría a la rutina.

Para ello, solo hemos de seguir estos consejos sobre cómo superar el primer día de colegio de tu hijo. ¡Ponlos en práctica y verás que no pierde la sonrisa!

Adopción de rutinas

Niña desayunando
Niña desayunando/Foto: Pixabay

Comenzamos por un aspecto fundamental durante los días anteriores al inicio del curso escolar es adoptar las rutinas necesarias que van a seguir los niños desde entonces. Lo mejor es ir adaptando los horarios y los hábitos a seguir desde días o incluso semanas antes. No es nada adecuado para ellos salir de la felicidad y libertad de las vacaciones y al día siguiente plantarse en el colegio. Hará que la situación les parezca más difícil e incluso podrían equipararla como un castigo.

Vuelve a las rutinas con naturalidad, tal cual vas a hacer tú también para regresar al trabajo. Reducir el impacto contribuirá a que el primer día de cole sea más llevadero para todos.

Refuerzo positivo

Clase infantil con profesor
Clase infantil con profesor/Foto: Pixabay

Pese a las rutinas a adoptar, es cierto que hay niños que van contentos a la escuela, incluso desde el primer día. Pero también es verdad que muchos otros lo viven con intensas emociones en las que destacan la tristeza, el miedo y la ansiedad por separarse de sus padres o familiares.

Sin embargo, nosotros tendremos mucho que ver en su percepción del cole. Si comprueba que nos apenan, que nos angustiamos como ellos y que estamos muy preocupados, se contagiarán de esta actitud y será peor. Así que lo mejor es practicar el refuerzo positivo. Habla a tu hijo del colegio con tranquilidad y alegría sincera. Enséñale que es un sitio agradable, que se lo va a pasar bien y hacer amigos, y que ya es mayor. También puedes contarle alguna anécdota divertida de lo bien que te lo pasabas tú a su edad y mantén una postura comprensiva ante sus temores. No les quites importancia, pero muéstrale que no tiene por qué preocuparse.

Al mismo tiempo, elimina de tu discurso expresiones negativas como tendrás que hacer muchos deberes, vas a tener que madrugar, esperemos que la comida del comedor sea buena o tienes que ir porque lo digo yo. Nada de eso ayuda. Refuerza las cosas positivas y que jamás te oiga hablar de tus preocupaciones sobre el colegio.

Expresión de emociones

Corazón
Corazón con lápices de colores/Foto: Pixabay

Deja que los peques expresen sus emociones, que verbalicen sus miedos. Escúchales con atención e intenta disiparlos con argumentos, sin quitarles importancia. Si algo les da miedo o provoca inseguridad, siempre importa.

Para el supuesto de que a tu hijo le cueste exteriorizar sus emociones, puedes pedirle que las dibuje. Que haga un dibujo con lo que le atemoriza o que pinte el cole como se lo imagina el primer día de clase. Así verás qué le pasa por dentro y podrás explicarle mejor que no tiene de qué temer. Disipa con cariño sus temores. Y no olvides tener mucha paciencia y actuar con templanza.

Participación y complicidad

material para el colegio
Zapatillas rojas y material escolar/Foto: Pixabay

Para que el primer día de colegio sea vivido como una alegre aventura, haz partícipe a tu hijo de su preparación. Que te ayude a elegir y preparar la mochila, coloque sus lápices favoritos en el estuche, coja su botellín de agua o colabore para poner a punto su bolsa con el almuerzo. Así lo estarás motivando, ganará autonomía, se sentirá mayor y más seguro al estar ocupándose también de algo que le atañe. Como resultado, asumirá que el siguiente paso es ir a clase con mayor naturalidad, e incluso puede que esté deseando hacerlo.

Despedidas adecuadas

Una vez llegado el día, no sabrás lo que va a pasar hasta que estés con el peque de la casa en la entrada del colegio. Suceda lo que suceda, debes recordar una cosa: tienes que despedirte siempre. Irse de allí sin decirle nada hará que se sienta peor, que pueda pensar que no lo quieres o que vea el cole como un castigo.

Despídete con tranquilidad, un beso y una sonrisa. Sigue siendo positivo y transmítele seguridad. Dile que le quiere, que estás orgulloso, que todo va a ir genial y que no tiene por qué preocuparse. Antes de que se dé cuenta, volverás a buscarlo y podrá contarte cómo ha sido su día. Con tiempo, amor y paciencia, un año más, veréis cómo pasáis el trago del primer día de escuela y la vuelta al cole.



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