El espacio de una noticia sobre una acusación contra Podemos en la portada de un medio de la derecha es inversamente proporcional al espacio que se le da cuando se desmonta. Y en televisiones, el número de tertulias en el primer caso tiende al infinito, mientras que en el segundo es un conjunto vacío. Así, son las leyes de la física.

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Y sí, ha vuelto a pasar. Esta semana hemos sabido que la Unidad de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional ha podido demostrar, dos años después (las cosas de palacio van despacio) que la factura de 26.200 euros emitida por Juan Carlos Monedero a la consultora Neurona es auténtica y no un contrato simulado, como creía el juez Juan José Escalonilla.

No me engaño. El mensaje siempre ha sido claro: si haces política con @PODEMOS vamos a utilizar el aparato del Estado para arruinarte la vida. Como le dijo Villarejo a Cospedal. Hacienda, policía, jueces, universidad… todo les valía. Pero mi raza es dura.https://t.co/YoxFLE4bMP

— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) February 14, 2023

En un informe al que ha tenido acceso Público, la Unidad de Ciberdelincuencia verifica que la factura fue enviada el 13 de enero de 2019, tal y como ha sostenido Monedero todo este tiempo. Seguro que un medio que hubiese dado importancia a la acusación estaría muy interesado en contar esta novedad a sus lectores ¿no? Pues…

Este caso ha ocupado decenas de portadas durante meses, años, en la prensa derechona y miedosa de Podemos.
Ahora que se ha vuelto a demostrar la versión de Monedero … SILENCIO pic.twitter.com/YrE3Zw29gz

— Sin memoria (@conmasvida) February 15, 2023

Si miramos las portadas de ABC, El Mundo y La Razón el día 13 de febrero de 2021, una noticia ocupó gran parte de sus portadas, o directamente toda ella, con titulares como: "La UDEF destapa cómo Neurona devolvía dinero a Podemos", "Monedero otra vez bajo sospecha como comisionista de Podemos" o "El juez cree que Monedero falseó una factura para justificar 26.200 euros".

¿Qué ha pasado esta semana con la noticia que explica que la historia se cae? Pues, por supuesto, lo que han vuelto a hacer no te sorprenderá. Nada por aquí, nada por allá en las mismas portadas que tanta importancia le dieron.

Tan esperado como gravísimo. Tan habitual como vergonzoso. Porque la estrategia de ir con algunas acusaciones, por burdas que sean, manda un aviso a todos los que quieran defender determinadas ideas: que van a ir a por ellos tengan o no motivos. Y que cuando se desmientan ya dará igual. Y encima todo esto lo hemos normalizado.