Este artículo se publicó hace 12 años.
Wert volverá a las reválidas de los 60
El ministro de Educación presentó hoy a las comunidades sus propuestas de mejora del sistema en los ciclos no universitarios, entre las que se encuentra la implantación de un examen para obtener los títulos de ESO y Bachille
"Canalizar una proporción mayor de estudiantes hacia la Formación Profesional (FP), adelantar la elección de las trayectorias que pueden elegir y optimizar el desarrollo de sus capacidades reconociendo sus aptitudes"; todo ello, con el fin de "mejorar la calidad educativa" y proporcionar un mejor acceso del alumnado al mercado laboral. Estas son las propuestas que el Ministerio de Educación ha puesto encima de la Mesa Sectorial celebrada esta tarde. En este acto, el titular del ramo, José Ignacio Wert, se reunió con los consejeros de Educación de las comunidades autónomas para discutir el anteproyecto de ley que prepara para modificar la actual Ley Orgánica de Educación (LOE) de cara a los próximos cursos.
Conseguir estos objetivos supone, en primer lugar, que los menores de 14 años tendrán que elegir las materias que definirán su futuro a partir de 3º de ESO, donde escogerán entre continuar con un Bachillerato o con FP. Además, "fomentar las aptitudes de los alumnos" se traducirá en establecer "programas de cualificación profesional para alumnos (de tan sólo 15 años) con dificultades de adaptación o grave riesgo de abandono escolar".
Wert reducirá asignaturas de Bachillerato para reforzar las instrumentales
Sin embargo, la decena de combinaciones posibles para cursar un Bachillerato adaptado a las preferencias del alumno son, para el Ministerio, "un exceso de asignaturas" que suponen "un aumento del coste económico". De ahí que otra de las propuestas de Wert sea la de reducir las vías de Bachillerato para centrar los esfuerzos en "materias instrumentales: lenguas, matemáticas y ciencias", enumera el documento oficial de las propuestas.
Por otro lado, entre los planes de Wert también se encuentra la implantación de una prueba de evaluación final que servirá para conseguir el título de cada ciclo no universitario. Así, al finalizar 6º de Primaria, 4º de ESO y 2º de Bachillerato, los alumnos deberán aprobar un examen en el que demuestren sus competencias y conocimientos para poder acceder al ciclo superior. Lo mismo ocurrirá en la Formación Profesional, donde los estudiantes deberán examinarse para pasar del grado medio al superior.
Algo que en la memoria del sector educativo recuerda a los temidos exámenes de reválida de tiempos del franquismo. "La reforma que plantea el Gobierno es segregadora y supone una marcha atrás que nos llevará a una escuela y una sociedad de los sesenta", sentenció hoy la consejera andaluza, Mar Moreno.
(Imagen: El ministro Wert preside hoy la Conferencia Sectorial de Educación, en la que participan los consejeros autonómicos. EFE)
Para Moreno, los planes del ministro desembocarán "en una sociedad con dos autopistas: una para los que van a tener acceso fácil y cómodo, y otra con obstáculos para la inmensa mayoría, para los hijos de la clase media trabajadora". Según la socialista andaluza, si se aprueban las propuestas de Wert, se cambiará un modelo de "sociedad formada y crítica", por uno en el que "con 12 o 13 años te ponga un sello y te mande al fracaso escolar o al mercado laboral sin cualificación".
Por ello, aventuró Moreno, "la reforma va a provocar una amplia contestación en el momento en que la gente conozca los efectos que tendrá". De hecho, el Sindicato de Estudiantes, que el lunes abandonó una reunión con Wert por considerarla "una farsa", ya anunció ayer que convocará tres días de huelga general para el inicio del curso que viene.
Euskadi presentará "una enmienda a la totalidad" de la reforma
La consejera vasca de Educación, Isabel Celaá, también se manifestó en contra de las intenciones de Wert y aseguró que desde Euskadi iban a expresar "una enmienda a la totalidad" a la propuesta de reforma de la Educación que quiere acometer el Ministerio.
Para la consejera, "lo más grave", de ser aprobada la propuesta por el Congreso de los Diputados, es "la segregación en el alumnado". "Los que tengan más dificultades serán arrojados a su suerte en los márgenes del sistema y convertirán la Formación Profesional en un carril de segunda, subordinado para aquellos que no han podido aprobar el Bachillerato ", lamentó Celaá.
El consejero canario aprueba las "finalidades", pero no la "estrategia" del Ministerio
En la misma línea se expresó también el consejero canario, José Miguel Pérez, que destacó que "el Ministerio identifica algunas finalidades importantes, como la lucha contra el abandono escolar y la mejora de los rendimientos, pero se equivoca en la estrategia y en las medidas a aplicar". En este sentido, Pérez declaró que Wert "cree que segregando alumnos y perdiendo la igualdad de oportunidades se llega a algún sitio, pero esto solo beneficiará a una minoría".
En Catalunya, en cambio, la reforma propuesta por Educación ha resultado molesta por una cuestión de competencias. La consejera catalana, Irene Rigau (CiU), se posicionó contra la idea de que sea el Ministerio el que evalúe los resultados académicos de los alumnos, ya que "es la Generalitat la que evalúa y determina qué se enseña".
No obstante, Rigau se mostró optimista, ya que confía en que, al tratarse de la fase de anteproyecto, se puedan introducir variantes para favorecer un "amplio consenso". Aun así, advirtió que defenderá "con entereza" las competencias catalanas porque "hay que evitar esa tendencia de que con cada cambio se avale un proceso de recentralización autonómica".
"El mayor ataque a la equidad es que la cuarta parte no concluya ESO", se defendió Wert
Wert, por su parte, se defendió de las críticas negando que dichas pruebas sean "reválidas" que vayan a segregar a los alumnos, informa Efe. "El mayor ataque a la equidad es que una cuarta parte de ellos no concluya la ESO", argumentó. Según el ministro, ese tipo de evaluaciones externas y estandarizadas "está presente en los modelos educativos con mejores resultados", como los de Alemania o Inglaterra, así que "no es un elemento del pasado", añadió al término de la reunión.
Respecto a las competencias de las comunidades en la organización de dichas evaluaciones, el ministro de Educación también adelantó que las autonomías podrán tener cierta libertad de decisión. "No tienen por qué ser uniformes, pueden tener partes variables, pero también debe haber otras comunes", concluyó Wert, anunciando que su intención es la de llegar "a un gran acuerdo".
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