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Rubalcaba dice que el tercer etarra "caerá"

La Policía francesa no descarta que el huido haya sido el autor material de los disparos contra los dos guardias civiles

Luis Calvo

'El tercero también caerá'. Así de seguro se mostró ayer en el Congreso el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, respecto a la captura del último de los etarras implicados en la muerte de los dos guardias civiles el pasado sábado. Tras la detención el miércoles de dos miembros del comando, ayer continuaba la carrera que el terrorista, aun sin identificar, mantiene con la Gendarmería francesa.Su captura cobra mayor importancia si cabe después de que las autoridades francesas, citadas por Vasco Press, no descarten al etarra huido como el autor de los disparos contra los dos agentes. 

El análisis balístico de las pistolas incautadas a los detenidos, Saioa Sánchez y Asier Bengoa, ha confirmado que ninguna de ellas fue utilizada durante el atentado. Las tres balas salieron de una misma pistola, que no se corresponde con las que portaban los terroristas cuando fueron arrestados, una semiautomática del calibre 9 mm parabellum y un revolver Magnum 357.

Otra opción es que la pareja se hubiera deshecho del arma tras el atentado. Esa hipótesis, defendida por el fiscal jefe de la División Antiterrorista de París, señalaría, en cambio, a Saioa Sánchez como autora del asesinato.

Pruebas biológicas

En todo caso, fue Rubalcaba quién confirmó la participación de ambos en el comando que perpetró el doble homicidio. Según declaraciones del ministro ayer en el Congreso, existen pruebas de 'tipo biológico' que implican a ambos detenidos. Ahora la investigación se centra en identificar y detener al tercero. A pesar de las preguntas de los terroristas, Rubalcaba no quiso confirmar las sospechas de que puede tratarse de un alto responsable militar de la banda, quizá el propio jefe de los comandos, Garikoitz Aspiazu, Txeroqui.

El ministro sí reveló que los tres etarras pretendían 'con bastante certeza' entrar en España para cometer atentados. 'Hay constancia', aseguró, de que 'estaban entrenándose para matar'. Fuentes francesas explicaron que las tres pistolas habían sido utilizadas para practicar tiro en los alrededores del lugar del homicidio.

El último coche abandonado en su huida, un Renault Clio, era utilizado por los etarras antes del crimen. En el se encontraron 142 casquillos, algunos pertenecientes al arma del atentado.

Se sospecha que el tercer terrorista se hizo cargo del Peugeot 307 robado a punta de pistola poco después del atentado. A pesar de los esfuerzos ha sido imposible localizar el vehículo, algo que indica que el etarra huido puede contar con una infraestructura sólida en Francia.

El registro del piso franco en el que se apoyaba el comando no produjo ningún resultado. Fuentes de la investigación están convencidas de que alguién lo limpió antes o despues del atentado. Más suerte hubo en el domicilio en Vitoria de Asier Bengoa, del que ayer la Policía se llevó varias cajas con documentación.

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