El juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, decretó prisión incondicional para cuatro de los seis detenidos esta semana por actos relacionados con la kale borroka en Navarra, por un delito de integración en organización terrorista, transporte y tenencia de artefactos o sustancias explosivas, estragos e incendio.

Otro de los detenidos, Iker Gorritz, quedará en libertad tras pagar una fianza de 25.000 euros, mientras que el sexto de los arrestados, Xabier Urdín, ha quedado en libertad sin fianza. Algunos de ellos admitieron haber cometido una treintena de actos de kale borroka desde 2004.

Protesta en Pamplona

La noche anterior al juicio, la Policía Nacional y la Policía Municipal de Pamplona detuvieron a diez jóvenes de entre 15 y 20 años –siete de ellos menores de edad– por los disturbios provocados en el casco viejo de la capital navarra durante una protesta contra la detención de los seis borrokas juzgados ayer.

Los alborotadores atacaron a los policías con botellas, piedras y material de construcción, lesionaron a dos agentes y dañaron varios locales. A los detenidos se les imputan presuntos delitos de desorden público y daños y se les podrían atribuir atentados contra los agentes.

Una etarra apresada

La Policía Nacional también detuvo ayer en Vitoria a la etarra Agurtzane Izarza Hernández para que cumpla la condena de seis años de prisión por integración en organización terrorista que le impuso el Tribunal Supremo el pasado 11 de octubre.

Izarza fue arrestada por primera vez en 2003 en una operación contra el aparato de captación e infraestructura de ETA, a raíz de la documentación incautada al dirigente etarra Ibon Fernández Iradi Susper. El auto de procesamiento del 30 de abril de 2004 afirmaba que Izarza, aprovechó “su trabajo de cuidado de ancianos a domicilio, y en concreto el de la madre de un guardia civil, facilitó los datos de éste” a ETA.