La línea oficial del Gobierno está muy clara: la fuga de cerebros es buena para España o, al menos, 'no siempre es negativa'. Así lo expresó el ministro de Educación, José Ignacio Wert, el pasado mes de julio durante una visita a Alemania, y así ha respondido el Ejecutivo de Mariano Rajoy a una cuestión parlamentaria del 'número dos' de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, que precisamente pidió explicaciones por las palabras del ministro.

'Según el estudio de datos y cifras del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el curso escolar 2011/12, el porcentaje de población que completa la educación superior post-obligatoria es de un 64,4%. Nuestros estudiantes universitarios están a la cabeza de Europa en cuanto a los programas de movilidad Erasmus, lo que supone que contemplan Europa, y no sólo nuestro país, como posibilidad para la búsqueda de su primera oportunidad laboral. La unión de todos estos factores, y no sólo la situación económica del país, contribuye a que muchos de nuestros jóvenes graduados salgan en busca de una oportunidad laboral en el extranjero', reza la contestación del Gobierno.

'Además, muchos de estos titulados, una vez que han adquirido experiencia en otros países, retornan al nuestro. Su experiencia es enriquecedora para el país, y muy valorada por las empresas. Por tanto, la 'fuga de cerebros' no siempre tiene por qué tener una connotación negativa. No obstante no se considera un dato positivo para la mejora del país', concluye. 

Gorriarán había pedido explicaciones al Gobierno por las declaraciones de Wert en Alemania, que dijo que 'ni siquiera creo que haya que llamarlo fuga de cerebros. El hecho de que haya jóvenes con capacidad y voluntad de movilidad, que dominen idiomas extranjeros, que tengan la voluntad de salir fuera, que quieran ensanchar sus horizontes profesionales, nunca puede considerarse un fenómeno negativo'.

La respuesta del Gobierno al diputado de UPyD asegura que los problemas que encuentran investigadores y profesores a la hora de encontrar empleo en España, es algo que afecta a toda la UE, incluida Alemania, que según el Ejecutivo 'no garantiza un trabajo estable antes de los 25 años'.

Y sobre los estudiantes que se van fuera, el Gobierno opina que sus experiencias 'laborales y de investigación mejorarán todavía más nuestro sistema de formación universitario'.