Siguiendo la estela del torbellino de críticas dirigidas contra el gobierno oficialista de Argentina y su presidenta, Cristina Fernández, por el caso de YPF, Esperanza Aguirre no ha querido quedarse atrás y ha rescatado un término muy recurrente en la derecha española a la hora de referirse a algunos regímenes políticos en Latinoamérica. Así, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha considerado que Fernández es una 'gobernante populista' que hace un 'flaco favor' a su país.

A través de la cuenta de Twitter del PP madrileño, Aguirre ha expuesto su opinión sobre la nacionalización por el Estado argentino del 51 % de las acciones que la petrolera Repsol tenía en su filial argentina YPF. 'No es una expropiación, sino una incautación', ha escrito Aguirre sobre esa operación decidida por el Gobierno argentino.

Sin entrar en más detalles, Aguirre ha dicho de Cristina Fernández que 'es de esa clase de gobernantes populistas que le está haciendo un flaco favor a la Argentina'.

Desde hace ya tiempo se viene utilizando el término 'populista' para intentar desprestigiar a algunos líderes latinoamericanos. Antes que Kirchner, Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa fueron también objeto de dicho calificativo, a menudo acuñado por los sectores más liberales y ultras de países occidentales.

Y es que todos estos líderes tienen varias cosas en común. En primer lugar, los cuatro han llegado al poder después de un momento de crisis y fractura social en el país provocada por gobiernos que aplicaban las políticas liberales. Además, todos han acometido políticas de nacionalizaciones de recursos naturales y sectores estratégicos para recuperar el control de las empresas que explotan dichos recursos. 

Estas políticas, que van en una dirección completamente opuesta a las privatizaciones, por ejemplo, de Esperanza Aguirre, son una de las razones que para los conservadores hacen que un gobierno sea 'populista'.

Este término político también se refiere a aquellos líderes que apelan al 'pueblo' como fuente de poder para legitimar sus políticas. Y eso es lo que hace, por ejemplo, el Partido Popular cuando para justificar la reforma laboral apela al 'patriotismo' y la idea de España, como hizo el mes pasado María Dolores de Cospedal.