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La Iglesia holandesa abusó de decenas de miles de menores

Los abusos ocurrieron ante la pasividad de la jerarquía eclesiástica, según un informe. Un millar de las víctimas sufrieron penetraciones

JESÚS BASTANTE

Las cifras son desoladoras, contundentes, sin matices ni precedentes. 'Decenas de miles' de menores holandeses sufrieron abusos sexuales a manos de sacerdotes y religiosos católicos, auténticos depredadores de la infancia bajo el pretexto de la fe, entre 1945 y 2010.

Sólo hasta 1981 están contabilizados entre 10.000 y 20.000 casos entre los menores de orfanatos, seminarios e internados católicos. Los abusos ocurrieron con el conocimiento y la complicidad de la jerarquía eclesiástica del país, más preocupada por ocultar un escándalo de proporciones inusitadas que por hacer frente a las atrocidades de los sacerdotes y religiosos abusadores. Estas son algunas de las conclusiones de la comisión independiente, dirigida por el exministro Wim Deetman, de credo protestante, después de año y medio de investigaciones. 'Varias decenas de miles de menores fueron objeto de distintas formas de conductas sexuales inapropiadas en la Iglesia católica' desde 1945 hasta 2010, señaló ayer la comisión, creada a iniciativa de la propia Iglesia en marzo de 2010, aunque de carácter completamente independiente.

El documento contabiliza hasta 20.000 casos sólo hasta el año 1981

El organismo ha identificado a 800 presuntos religiosos pederastas, 105 de los cuales siguen vivos, algunos de ellos, ejerciendo su ministerio sin sanción alguna.

'Lo sabían, y mantuvieron el silencio y el abandono de las víctimas', aseguró Deetman refiriéndose a la Conferencia Episcopal y las congregaciones. 'Se buscaron soluciones, incluida una supuesta cura para la pederastia, dentro de las órdenes. Pero la jerarquía tenía en su agenda desde 1945 el problema de los abusos de menores. Lo sabían', insistió.

Deetman indicó en rueda de prensa que el 'riesgo de sufrir abusos sexuales era dos veces mayor en internados' que en otras instancias educativas. Los abusos iban desde el contacto físico hasta la penetración, que padecieron más de un millar de niños.

Las víctimas tendrán derecho a indemnizaciones de hasta 100.000

A lo largo de 1.200 páginas, el informe describe la forma de actuar de la curia ante los abusos. 'La atención al tema recaía más sobre los autores que sobre las víctimas (...) y, para evitar escándalos, no se aplicaron medidas para solucionar y reconocer el problema ni para ofrecer ayuda a las víctimas', indica el documento. Además, cuando la información sobre los abusos llegaba a oídos de superiores, 'la medida generalizada era el traslado, eventualmente al extranjero, pero no la expulsión. Los trapos sucios se lavaron en silencio', apuntó el exministro. Al tratarse la Iglesia de una institución muy jerarquizada, tanto los obispos como los superiores de las congregaciones debían informar a Roma. 'No siempre lo hicieron. Han aplicado soluciones internas pensando más en el agresor que en las víctimas'.

La comisión recibió más de dos millares de denuncias de víctimas de abusos, 1.800 de las cuales eran de índole sexual. La identidad de todos los implicados ha sido protegida porque los investigadores se han centrado en las víctimas. 'Los obispos deberán tomar las medidas que crean oportunas. Son unas conclusiones tristes y frustrantes para un pasado incompleto', afirmó Deetman.

Por su parte, las asociaciones de víctimas se mostraron 'asombradas' por las cifras. Su portavoz, Guido Klabbers, denunció cómo 'el rostro de la Iglesia en el pasado no da ánimos para pensar en un futuro mejor', exigiendo a sus representantes 'que pidan perdón y compensen por el daño'. 'El tiempo de hablar se ha acabado, ahora hay que concentrarse en la recuperación de las vidas de las víctimas', afirmó. A principios de noviembre, la Iglesia holandesa aceptó pagar indemnizaciones de entre 5.000 y 25.000 euros a las víctimas de estos abusos, llegando a los 100.000 en los casos más graves, siempre que existan pruebas, e incluso si el delito ha prescrito.

Por su parte, los obispos holandeses subrayan en un comunicado sus 'excusas sinceras' a las víctimas y reconocen que lo ocurrido les llena 'de vergüenza y de pena'. Además, en rueda de prensa, el arzobispo de Utrecht, Wim Eijk, expresó el 'arrepentimiento' del clero por los abusos y su 'asombro' por las cifras.Tras pedir disculpas, reconoció que las cifras son 'estremecedoras' y la Conferencia Episcopal siente vergüenza por que haya sucedido ese tipo de prácticas. Quien no tiene previsto decir nada es la Santa Sede. Su portavoz, Federico Lombardi, declaró ayer que no habría ningún comentario oficial por parte del Vaticano.

El escándalo de Holanda se suma al caso de la Iglesia belga, que anunció esta misma semana indemnizaciones de entre 2.500 y 25.000 euros para las víctimas de abusos por parte de religiosos que hayan prescrito. También el clero irlandés reconoció hace dos semanas que 'durante décadas', sacerdotes cometieron 'terribles' abusos contra menores y admitió 'errores de juicio' a la hora de gestionar las denuncias.

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