El líder del PP, Mariano Rajoy, celebró ayer su primer mitin de campaña en Toledo junto a su secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. El acto, ante 4.000 personas, arrancó al grito de un espontáneo: 'Son unos ladrones', en referencia al PSOE.

Rajoy comenzó con una declaración de intenciones: 'No tenemos enemigos, aunque algunos quieran serlo. Nuestros enemigos son la crisis económica y el paro y le vamos a pedir a los españoles que nos ayuden a luchar contra ella'. Para ello pidió el voto de todos. También para lograr que de las urnas salga un Gobierno 'apoyado' que en un desliz dijo corresponderá al 'partido liberal' en vez de al 'popular'.

De su discurso lo que más destacó fue, sin embargo, el mensaje dirigido a su mano derecha: 'Cospedal lo tuvo muy difícil. Fue capaz de superar todas las dificultades, las zancadillas que fueron muchas, y de atender sus responsabilidades'. 'Le puso coraje, ganas, ilusión, determinación y ganó. Además nos ayudó a ganar a todos en España', comentó. Para llegar a una conclusión: 'Por ser fino hubo quien recibió herencias mejores. No lo tiene fácil pero ya está en la dirección correcta'. Y le mostró su completo respaldo: 'Ha hecho un ejercicio de transparencia, claridad y franqueza. Y eso es muy importante porque lo primero que tiene que hacer un Gobierno es estar en la realidad, diagnosticar y saber a lo que se enfrenta como un médico'.

El líder del PP parecía responder así a las palabras que le dedicó Cospedal en la Convención de Málaga de octubre, donde durante varios minutos estuvo ensalzando la figura de su jefe de filas. Desde su llegada al poder, Cospedal ha criticado duramente la herencia del PSOE, ha aplicado un plan de recortes que, según la oposición, afecta a buena parte del empleo público en sanidad y educación y ha llevado a los farmacéuticos a una situación límite. Pero para su jefe de filas está realizando una buena gestión.

Rajoy dice que meterá 'la tijera a todo' menos a los derechos ciudadanos

Por su parte, Cospedal denunció que España tiene 'la tasa de paro más alta del mundo desarrollado'. La mano derecha de Rajoy criticó a los socialistas que se venden como 'los baluartes de la política social y son lo que han llevado al borde de la quiebra los servicios sociales'. 'Quien ha arrruinado a una región o un país tendría que estar inhabilitado para cargo público', sentenció.

Además censuró lo que bautizó como 'la teoría Pajín': 'Dice que el dinero público no es de nadie. No, es de todos'. Y para terminar se dedicó a hacer chistes del caso Campeón que afecta al portavoz del Gobierno, José Blanco: 'Se va a dejar de vender gasolinera para vender leche, por lo de blanco y en botellas'.

Por otro lado, Rajoy en una entrevista en Abc Punto Radio anunció que meterá 'la tijera a todo salvo a las pensiones públicas, sanidad y educación'. 'No quiero recortar los derechos de los ciudadanos', sentenció. Con los resultados del CIS, los conservadores vivían ayer una sensación agridulce. Por un lado satisfacción, que la directora de campaña, Ana Mato, reconoció cuando dijo que el resultado la encuesta predice que el PP obtendrá entre 190 y 195 diputados y el PSOE, entre 116 y 121 era 'espectacular'. Pero por otro, preocupación. Temen que el anuncio movilice a la izquierda para evitar una mayoría aplastante de la derecha o al menos la conduzca hacia la abstención. 'Aquí no está nada ganado. Está todo por hacer', advirtió el candidato por Toledo para el Congreso, Arturo García-Tizón, quien en un exceso de optimismo prometió 'más de cinco millones de puestos de trabajo' si gana el PP. El líder del partido, Mariano Rajoy, guardó silencio, en cambio, sobre la encuesta del CIS.