Algunos de los defensores de la reforma de la Constitución planteada ayer en el Congreso para poner límites al déficit sostienen que, lejos de hacer peligrar los derechos sociales, es una garantía para los mismos. Es el caso del profesor de la Universidad de Valladolid Fernando Rey quien, a pesar de las divergencias, coincide con Vicenç Navarro en la existencia de pocos espacios de democracia participativa.

¿Es necesaria una nueva legislación sobre el techo del déficit público?

Claramente si. Hay países que están en esa línea, lo que nos da idea de la estatura constitucional requerida.

¿Se debe incluir en la Constitución estel límite al déficit?

En 1978 puede que no se viera con nitididez la importancia de esta materia pero hoy es un asunto constitucional y de convergencia europea. El legislador va a tener un límite presupuestario, para no gastar más de lo que ingresa, y una ley no podría limitar al legislador futuro por la cuestión de jerarquía normativa. Por ello, es materia constitucional. Con ello se garantiza la sostenibilidad del bienestar porque los derechos sociales requieren recursos. Otra cosa es que el nivel actual del Estado de bienestar pueda no ser el mismo más adelante.

'Garantiza la sostenibilidad del Estado del bienestar'

¿Esta posible reforma debe sustraerse al referéndum?

La Constitución no requiere la consulta pública en este caso. Se trata de una norma técnica aunque de gran impacto. Es cierto que en España hay muy pocos mecanismos de democracia participativa, pero esta ocasión no es la mejor para el referéndum. España vive un hervor constituyente. Necesitamos una reforma global que está pendiente, pero no es necesario el reférendum para este caso concreto.

¿Por qué la propuesta llega en la actual coyuntura?

Es un acuerdo de países europeos. Estamos siendo observados y esto es un mensaje directo que se lanza a los mercados y a las administraciones para que gasten bien. Contribuye a evitar el rescate y viene a decirnos que dejemos de vivir por encima de nuestras posibilidades.