Las comunidades autónomas no podrán tardar más de 180 días (seis meses) en realizar las operaciones de cataratas, prótesis de cadera y de rodilla y de cirugía cardiaca (valvular y coronaria). Así lo establece el real decreto que aprobó este viernes el Consejo de Ministros y que responde al acuerdo que alcanzaron los consejeros de Sanidad en el Consejo Interterritorial de marzo de 2010.

La media de espera estatal no supera los plazos que se han establecidoEs la primera vez que una norma de carácter estatal limita los tiempos de espera en las intervenciones quirúrgicas. Al tratarse de un decreto ley, las comunidades están obligadas a cumplir los plazos. En caso de que no fuera así, la Administración autonómica debería derivar al paciente a otro hospital. Si tampoco este supuesto se cumpliera, el paciente podría incluso acudir a un centro privado para que le operasen dentro de los plazos establecidos. La autonomía estaría obligada a reembolsarle el gasto de la intervención, explican fuentes del Ministerio de Sanidad.

No obstante, en la práctica, y si las listas de espera se gestionan como hasta el momento, en contadas ocasiones se sobrepasará el plazo acordado. El tiempo medio de espera en todo el Estado en ninguna de las cinco intervenciones incluidas en el real decreto supera los 86 días.

El Ministerio de Sanidad recoge dos veces al año (en diciembre y en junio) los datos de las listas de espera de las autonomías. Según el último recuento, correspondiente a junio del año pasado, la espera media para la intervención de cataratas es de 60 días. Para colocar una prótesis de cadera, se aguardan 86 días, y para la cirugía cardiaca (el recuento estatal no distingue entre la valvular y la coronaria), el paciente espera 62 días.

Madrid cuenta, de forma fraudulenta, desde la visita al anestesistaEl Ministerio de Sanidad no recoge el dato específico sobre las intervenciones de prótesis de rodilla, que las autonomías suelen englobar en las intervenciones de Traumatología. Pocas comunidades contabilizan el tiempo de espera concreto de esta intervención. El País Valencià, que sí lo hace, tiene una lista de espera de 31 días y en Extremadura, 65. En Catalunya el paciente aguarda durante seis meses.

Más allá de que los tiempos establecidos estén por encima de lo que ya se tarda en operar, algunas comunidades como Catalunya y Andalucía ya tienen desde hace años planes autonómicos que les comprometen a reducir los tiempos. Andalucía incluso pretende ajustarse a 120 días (cuatro meses).

Precisamente, en este sentido, la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) criticó ayer que “las demoras que se establecen son excesivamente amplias”, ya que “en la mayoría de los casos los pacientes eran atendidos en plazos menores de los que establece el real decreto”.

El real decreto también establece que el tiempo de espera quirúrgica empezará a contar desde la fecha en que al paciente se le comunique que se debe someterse a una intervención. Tras ese momento, antes de entrar por el quirófano, el paciente todavía deberá someterse a varias pruebas para preparar la intervención y asegurarse de que el paciente superará la anestesia.

Este apartado parece ser un aviso directo a la Comunidad de Madrid. El Gobierno de Esperanza Aguirre ha creado su propio código para contabilizar la espera, de forma que minimiza las cifras. En Madrid, el contador se pone en marcha cuando el paciente ya ha finalizado la ronda previa de consultas médicas e incluso ha sido visitado por el anestesista.

Así, en comparación con el resto de autonomías, aparentemente, los madrileños son los que gozan de una atención sanitaria significativamente más agil. Por ejemplo, Madrid asegura que la lista de espera en cirugía cardiaca es de 10 días, mientras en el País Valencià es de 54; en Castilla y León, 43; en Andalucía se tardan 67 jornadas y en Asturias, 136 días. Por ello, desde hace años, el Ministerio de Sanidad no incluye los datos sobre sus listas de espera en las medias estatales.