La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha optado por no frenar las acusaciones que lanzó el pasado jueves en las que apuntaba a que los socialistas de Castilla-La Mancha han contratado 'detectives privados' para vigilar a cargos de la formación que ella preside a nivel regional. Hoy, 48 horas después de denunciar este supuesto espionaje, la mano derecha de Rajoy, que dice tener pruebas de los hechos pero no las muestra, se decantó por no tocar el tema. Pero tampoco dio marcha atrás.

En este contexto, los socialistas de la región exigieron a Cospedal que 'aporte pruebas o dimita'. Para los conservadores de Castilla-La Mancha, la muestra de que su jefa de filas tiene razón cuando apunta a los socialistas como cerebros de una 'campaña de guerramuy sucia' apareció hoy en los medios de comunicación. Según informó el diario El Mundo, el PP regional sospecha que una agencia con sedes en Madrid y Guadalajara, Detectives Almirante, espía por encargo de los socialistas a Rosa Romero, alcaldesa conservadora de Ciudad Real, a Francisco Cañizares, portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento, y a Miguel Ángel Rodríguez, concejal de Hacienda.

El PP sostiene que la agencia pidió datos en el registro sobre su cargos

Para llegar a estas conclusiones, el PP se basa en que esta empresa ha acudido a diferentes registros de la propiedad y de lo mercantil de Ciudad Real solicitando información sobre las personas citadas y otros cargos del partido. Lo cierto es que cualquier ciudadano puede acudir a estas oficinas y solicitar datos sobre empresas o particulares dado que estos son de carácter público.

Tanto la agencia como el PSOE castellano-manchego salieron hoy a desmentir la información. De un lado, el secretario de organización de los socialistas negó 'con total rotundidad los hechos'. José Manuel Caballero consideró que la actuación denunciada por Cospedal 'más corresponde al ámbito del PP, donde ya conocemos que se investigan entre ellos'. Una clara alusión a la trama de espionaje denunciada en la Comunidad de Madrid y que acabó en los tribunales.

La empresa niega que el encargo fuese del PSOE y anuncia acciones legales

A juicio del dirigente socialista, 'tendrá que ser RosaRomero, alcaldesa de Ciudad Real, la que dé explicaciones de en qué chanchullosestá metida para que haya una situación de intervención de agencias de detectives'. A Cospedal, los socialistas le demandan que presente 'pruebas de inmediato' o que abandone su cargo. 'No se puede permitir que una irresponsable política actúe como lo ha hecho acusando sin pruebas', señaló.

En un sentido similar, desde Zaragoza, el responsable de relaciones institucionales y política autonómica de los socialistas, Gaspar Zarrías, pidió la dimisión de Cospedal por 'vergüenza política'.

Por su parte, el director gerente de Detectives Almirante, Isidro García González, negó hoy en declaraciones a este periódico haber recibido el encargo que le atribuyen en el PP. García González explicó que el nombre de su agencia está ahora en boca del PP debido a que en uno de sus trabajos solicitaron una nota simple en el registro de la propiedad de Ciudad Real sobre un inmueble de una persona que resultó pertenecer al partido conservador. Desde el PP se apunta a que la persona en cuestión es la alcaldesa de Ciudad Real. 'Niego rotundamente que el encargo viniera del PSOE', sostuvo García González.

Los socialistas dicen que 'las tramas de espías son cosa del PP'

El director de esta agencia estudiará en los próximos días si de este episodio puede derivarse algún tipo de responsabilidad en los tribunales. Ya sea por parte del PP, de los medios de comunicación que han hablado de su empresa o del registro de la propiedad por haber facilitado la información sobre su consulta. Según ha podido saber Público, en la misma consulta en el registro se solicitó información sobre una constructora con sede en Ciudad Real.

En sus intervenciones públicas de hoy en Ciudad Real, la número dos del PP no tocó el tema. Fuentes del partido en Castilla-La Mancha aseguran que con su denuncia lo único que hizo Cospedal fue poner de manifiesto unas inquietudes que le habían trasladado cargos del PP. Y se agarraban a que la agencia de detectives había admitido haber solicitado información sobre cargos del partido. Las mismas fuentes atribuyen estos supuestos episodios de espionaje al 'nerviosismo' de los socialistas de cara al 22-M.