Basta con un vistazo rápido para apreciar las diferencias. En 2007, Izquierda Unida ofrecía un programa autonómico y municipal asentado en la defensa cerrada de los servicios públicos, la garantía de la inclusión social, la lucha contra la pobreza, la apuesta por políticas presupuestarias y fiscales progresivas y progresistas, la promoción de ciudades sostenibles o 'el republicanismo cívico de radicalidad democrática'. En 2011, esos pilares se mantienen incólumes. Pero hay crisis. Y el combate a la recesión desde una óptica de izquierdas impregna la oferta electoral de IU para los comicios del 22 de mayo.

Público ha tenido acceso a sendos borradores del programa marco autonómico y municipal, de 68 y 70 páginas. Los textos beben de las aportaciones de los foros sectoriales que participaron en la I Asamblea de Refundación de IU en junio de 2010 y de las ideas lanzadas por las áreas de elaboración colectiva. Han sido coordinados por la secretaria de Programas, Marga Ferré, y aprobados este lunes por la ejecutiva federal. Ayer fueron remitidos a los territorios. Ahora comienza un periodo de discusión y ampliación de medidas hasta la sanción de los documentos, en primavera. Antes, en febrero, se celebrará una convención.

Lo que sigue es un extracto de las principales propuestas.

Hacia un nuevo modelo

Ante el frenazo de la actividad privada, IU defiende que las administraciones públicas deben asumir 'el protagonismo' en la generación de trabajos estables así aumentará el consumo y tirará de la economía, en el diseño de políticas activas y en el fomento de un nuevo modelo productivo.

Con esta filosofía, IU plantea un plan para 850.000 parados, para que trabajen en ayuntamientos y CCAA cinco horas diarias más otras dos de formación durante seis meses prorrogables y con un sueldo de 700 euros netos. También cree que se puede crear empleo extendiendo la red de guarderías, ampliando las plazas de oposición en sanidad, educación y servicios sociales, aplicando 'por completo' la Ley de Dependencia o transformando las becas en contratos. La federación reclama reducir a 35 horas semanales la jornada de los funcionarios y sin cobrar menos para que haya más trabajo para todos.

Impuestos progresivos

La reforma del sector financiero está hoy muy avanzada. IU, sin embargo, mantiene su propuesta de construir una banca pública a partir de las cajas de ahorros, cuya gestión debe recaer en CCAA, ayuntamientos y trabajadores. Su obra social debe quedar salvaguardada. La formación de Cayo Lara demanda que se prohíban operaciones hacia o desde paraísos fiscales.

La fiscalisdad siempre es un eje cardinal para IU. Ahora propone dos reformas en el tramo autonómico del IRPF (rebajar el tipo para las rentas más bajas y aumentarlo para los que ganen más de 90.000 y 120.000 euros) y reponer el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en aquellas CCAA que lo han suprimido. En paralelo, los gobiernos regionales deberán luchar con el Estado contra el fraude fiscal.

Más medios y más autonomía

IU siempre se ha definido como una fuerza municipalista. Por ello concede tanta importancia a la aprobación de una nueva financiación local, que suponga dotar a los ayuntamientos de más autonomía de gestión, más participación de los ingresos del Estado y más transferencias de dinero por parte de las CCAA. IU cree que sólo con más recursos pueblos y ciudades podrán ser menos dependientes del ladrillo.

Todo ello se complementaría con la creación de nuevos impuestos locales, el recargo en el IBI a las viviendas y solares vacíos o la penalización de la especulación.

IU defiende que los servicios privatizados (recogida de basura, limpieza...) vuelvan a las manos de los municipios.

No al derroche y la corrupción

La derecha iguala la izquierda a despilfarro. IU lo sabe y por eso incorpora en sus dos borradores un amplio listado de medidas del contención del gasto, que a su vez servirían para atajar la corrupción: limitar el número de asesores, elaborar memorias anuales, crear comisiones de control del gasto, restringir más las incompatibilidades para ejercer un cargo o suprimir las diputaciones provinciales. IU plantea que se fijen salarios máximos en todas las administraciones, para que ni funcionarios ni cargos ganen más que el presidente del Gobierno.

Los ciudadanos, al mando

'Trabajar para y con la ciudadanía, y no gobernar por delegación'. IU promete incrementar la implicación de los ciudadanos en las CCAA y sobre todo en los municipios: consultas, presupuestos participativos, fomento de la mediación vecinal, potenciación del tejido asociativo, audiencias públicas, derecho a que los trabajadores cogestionen sus empresas...

Cohesión y política social

IU recoge para 2011 sus señas de identidad. Para empezar, busca suprimir la privatización de los servicios públicos, que deben ser reforzados. Subraya la necesidad de la educación pública y laica, la desaparición progresiva de los conciertos, la paralización del Plan Bolonia o la retirada de la financiación a los centros que segreguen por sexo o discriminen.

En sanidad, quiere garantizar por ley que la atención médica dure diez minutos como poco, que la consulta con el especialista se haga en diez días o que un paciente pueda ser operado en un mes.

Wifi, laicidad, igualdad...

IU da por vez primera un paso hacia la prohibición de los toros: pide que ninguna administración financie nada relativo a la lidia.

Hay más recetas: procurar gratis el acceso a internet, suprimir la simbología religiosa, eliminar cualquier ayuda a la Iglesia, aprobar leyes integrales de no discriminación, facilitar el empadronamiento de los inmigrantes, aprobar un salario social o renta mínima, fomentar la autoconstrucción de viviendas o la planificación de ciudades sostenibles y limpias, con una mejor gestión de los residuos o la producción en los hogares de electricidad para el autoconsumo.