Público
Público

Rajoy pide al PP que sea "exigente" ante la corrupción

Entre los presentes estaba José Joaquín Ripoll, implicado en el 'caso Brugal'

MARÍA JESÚS GÜEMES

El líder del PP, Mariano Rajoy, clausuró hoy el cuarto encuentro de presidentes provinciales e insulares de su partido en Segovia. Aunque los conservadores no tienen aún cerradas todas sus candidaturas con el interrogante principal de si Francisco Álvarez-Cascos será o no finalmente cabeza de lista en Asturias el acto sirvió para dar el pistoletazo de salida a las elecciones autonómicas y municipales de 2011.

Rajoy se centró en enumerar los objetivos básicos que deben figurar en su futuro programa marco. 'Uno serio y para cumplirlo, no como el del PSOE', dijo. Entre esos puntos, incluyó 'la transparencia y rigor en el ejercicio de cargos públicos'. El jefe de la oposición volvió a defender a la clase política, el tercer problema para los españoles, según el CIS. 'Hay mucha gente sensata y honrada', afirmó. Y pidió a los suyos que fueran 'muy exigentes en este asunto'.

El apunte habría pasado desapercibido si entre los asistentes no hubiese estado el presidente del PP y de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, imputado en el caso Brugal, por el que se investigan delitos de soborno, extorsión y tráfico de influencias en la adjudicación de contratos públicos en concursos de gestión de los servicios de recogida de basuras en varias localidades alicantinas.

A la salida, le preguntaron a Ripoll si su presencia allí significaba que iba a repetir como candidato. Sin dudarlo, respondió afirmativamente. '¿Se lo ha confirmado Rajoy?', quisieron saber los periodistas. No respondió, pero mientras se alejaba indicó que 'hay cosas que no hacen falta que se digan'. La dirección nacional, sin embargo, no lo da por cerrado. Algunos de sus dirigentes aseguraron hoy que Ripoll había acudido nada más que 'como presidente provincial'. Otro explicó que 'no se había tratado ese tema'. Pero un cargo de la cúpula reconoció abiertamente que Ripoll había sido 'un buen presidente' y que repetiría mientras no cambiara su situación procesal.

Lo cierto es que el PP tiene las manos atadas. Todo el mundo da por hecho que si Rajoy no ha actuado contra el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, tampoco le exigirá responsabilidades a Ripoll. Hoy Rajoy volvió a lanzar un aviso. Pero siguió sin adoptar medidas. Entre los que le escuchaban, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que ha visto cómo su Gobierno ha saltado a los titulares salpicado por el caso Gürtel. Y también Rosa Romero, la alcaldesa de Ciudad Real. La Justicia está actualmente investigando si su ayuntamiento amañó contratos.

Ante el panorama, Rajoy optó por centrarse en la crisis y en el papel del Ejecutivo socialista. 'Creo que gobierna atropelladamente, sin orden ni concierto, generando sobresaltos, y la pregunta que se hacen muchos españoles es cuándo vendrá un nuevo recorte social', alertó.

Para Rajoy, en los próximos años hay que 'controlar el gasto público'. 'Habrá que apretarse el cinturón y hacer más con menos', anunció como plan para cuando él llegue a la Moncloa. Y también para ya, porque recordó que comunidades autónomas y ayuntamientos también podían hacer mucho en materia económica. 'Debemos hacer un esfuerzo de contención', pidió. El recado se lo podría aplicar el Ayuntamiento de Madrid y la Comunitat Valenciana que son los más endeudados. Camps se propone resolverlo con bonos patrióticos algo de lo que Rajoy no quiere ni oír hablar.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias